Con drones, helicópteros, allanamientos, controles en las calles y hoy, con detención de familiares directos, el Estado de Israel castiga a los palestinos por el fiasco. Están furiosos, los palestinos una vez más los exponen ante el mundo. Ahora porque han hecho un redondo ridículo.
Los presos, cavaron un pequeño hoyo de menos de medio metro de diámetro, con una vieja cuchara escondida tras un afiche en una celda. La guardia de turno, se quedó dormida.
Los presos, considerados de alta peligrosidad tuvieron al menos tres horas para arrancar una vez que subieron al auto que los esperaba. Suponen que cruzaron hacia Jordania. Ni los bombardeos “selectivos” del ejército sobre blancos de Hamas, ni el amedrentamiento sobre la población, han dado resultados. Ni rastro de los fugados.
A la frenética búsqueda de la policía y el ejército se han sumado agentes de la “poderosa agencia israelí de seguridad interior la Shin Bet». Los primeros esfuerzos de búsqueda se están concentrando en la Cisjordania ocupada y en los enclaves alrededor de la franja de Gaza.
No es para menos, de acuerdo a lo que se ha informado, el grupo de fugados está conformado por un ex comandante de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, Zakaria al Zubeidi, y cinco miembros de la Yihad Islámica: Munadel Yakub Nufey’at, Yakub Mahmoud Qaderi, Eyhem Fuad Kemamji, Mahmoud Abdullah el Arida y Mohammad Qasim el Arida.
Entre los familiares detenidos hoy, están dos hermanos de Mahmud Arida, a quien sindican como el artífice de la fuga. También arrestaron al hermano de Mohammad Arida y a otro familiar. También fue detenido el padre de Munadel Nufey’at. No se descartan otras detenciones similares.
Consultados por agencias, la justicia israelí emitió una orden prohibiendo entregar detalles. Temen atentados.
«Es derecho de todo prisionero buscar la forma de lograr su libertad», declaró el martes el primer ministro palestino, Mohamad Shtayyeh, que se mostró visiblemente feliz por la fuga. En Palestina, hubo una larga fiesta para celebrar la libertad de sus guerreros.
