“Cualquier acuerdo que consolide la dictadura será una tragedia continental que solo fomentará el éxodo y la miseria”, señaló hoy Duque, respecto de los acuerdos a los que llegó la oposición venezolana con Juan Guaidó, el presidente de pacotilla, con Maduro,  tras las recientes negociaciones en México.

El acuerdo, mediado por Noruega, se realizó a inicios de septiembre.  Triunfal el país nórdico se apuró en comunicar al mundo el logro, a través de “la primera foto oficial de la plenaria del proceso de negociación en México entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la Plataforma Unitaria de Venezuela, facilitada por Noruega y acompañada por Países Bajos y Rusia”.

Triunfal también, el plenipotenciario de la República Bolivariana, Jorge Rodriguez señaló: “Lo volvimos a lograr más allá de las dificultades”. Más que un balde de agua fría para Duque y compañía.

El acuerdo son dos acuerdos. “La ratificación y defensa de la soberanía de Venezuela sobre la Guayana Esequiba (un diferendo que tiene 180 años de historia) y el segundo, la la protección de la economía de Venezuela y la atención social de su pueblo.

“Las partes acordaron la necesidad de rescatar y recuperar los activos pertenecientes a Venezuela así como los dineros y riquezas que se encuentran en el exterior, necesarios para la recuperación económica en la post pandemia”. Los recursos serían así destinados en materia de salud: dotación de hospitales, compra de vacunas contra el Covid-19, rehabilitación de hospitales, etc.”

Que tiene razones para la pataleta, las tiene. Por eso hoy, lo dijo, ¡y qué! “El único camino para el “bienestar” de los venezolanos es la salida del chavismo “a través de una elección presidencial lo antes posible”.

Que se mete, dirán por ahí. Más bien, desde Venezuela se lo cantó clarito el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. La situación de su país “es de índole político y se resolverá más temprano que tarde apostando al diálogo y la negociación”.