Sergio Micco, director del Instituto Nacional de Derechos Humanos INDH es un funcionario de tomo y lomo. Además, es un funcionario demócrata cristiano. Un auténtico burócrata. No tiene más curriculum en su plácida biografía que el paso por las aulas de la academia. Un demócrata cristiano siempre bien ubicado en las esferas del poder, discreto, silencioso, pero siempre bien ubicado. Cuando habla, lo hace a través de comunicados.

“Hace tres semanas enviamos una carta a las personas y organizaciones que mantienen la toma, solicitando una vez más, abrir espacios de diálogo. Fueron tres semanas de silencio que hoy rompen con una grave amenaza, la toma del edificio del INDH donde están los archivos Valech, que contienen los testimonios de las víctimas de la dictadura, que tenemos el deber legal y moral de resguardar”.

Esa es parte de la respuesta que emitió hoy el INDH luego del “copamiento de advertencia” realizado por los muchachos de la Aces, familiares de los presos políticos del levantamiento popular de octubre y de organizaciones de derechos humanos exigiendo justicia y libertad para los “presos de la revuelta”.

¿Cómo podría entender Micco la indignación por los meses de silencio, inacción y complicidad del INDH respecto de la denegación de justicia a los jóvenes presos,  el dolor de sus familias y  la impunidad para con los represores, si Micco es un funcionario del régimen?.

A Micco lo que le preocupa es la integridad de la bibliografía, de ese compendio de horror y barbarie sin justicia que son los archivos Valech, no la vida e integridad de los jóvenes del pueblo. Por eso y más, la toma iniciada el 8 de julio y por eso y más el copamiento de hoy.

“El Instituto no se ha hecho cargo de su mandato legal para defender los DD.HH. en Chile y además ha tenido el descaro de argumentar que no puede responder a nuestro petitorio porque no está dentro de sus atribuciones legales”, acusó Antonia Rolland vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y advirtió a nombre de sus compañeros, que la movilización de hoy es una advertencia.

Víctor Chanfreau, también dirigente de la ACES,  fue más allá y acusó a Micco. “Ha sido cómplice fundamental de las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos que se han vivido en Chile desde el 18 de octubre en adelante (…) no ha cumplido su rol de acompañar a las víctimas ni tampoco de perseguir penalmente a los responsables políticos ni intelectuales de la represión”, señaló.

El 26 de junio, la Comisión Chilena de Derechos Humanos y organizaciones sociales en una carta dirigida a los miembros de la Convención Constitucional, acusaron al INDH por abandono de funciones y advirtió que es urgente que Chile cuente con una institucionalidad independiente del poder político para la defensa de los derechos humanos.  

En el texto, denunciaron una serie de episodios en los que se ha expresado el incumplimiento de los mandatos del INDH. El primero de ellos, apuntó al rol de Sergio Micco, quien en plena crisis social en 2019, ya declaraba que no había “violación sistemática de los DDHH en Chile”.

En marzo de este año, trabajadores del INDH acusaron desvinculaciones “para amedrentar a los funcionarios que se han opuesto a la política de intervención ejecutada por la dirección y los partidos políticos para reducir la autonomía del INDH y relativizar las violaciones a los derechos humanos; negando el carácter sistemático de los delitos y crímenes cometidos por agentes del Estado, con la finalidad de evitar que se asuman las responsabilidades políticas y penales correspondientes”.

Micco y compañía están avisados. La políticos del régimen están avisados. Este pueblo no dejará de luchar hasta que pisen las calles nuevamente,  todos los hijos del pueblo y paguen por sus crímenes, los culpables.