Los presos políticos del levantamiento: El caso de Luis Castillo

Luis Castillo es un joven copiapino preso político del levantamiento popular del 18 de octubre. Hoy se encuentra recluido y alejado de su familia en la cárcel concesionada de alta seguridad de Huachalalume, en la ciudad de La Serena.

En la actualidad, pesa sobre Luis una acusación de la fiscalía que lo involucra en 21 delitos cometidos en ocho días desde el levantamiento. Estuvo viviendo clandestino, su casa fue allanada, su familia hostigada. Su vida ha dado un vuelco desde el 18 de octubre, pero él sigue con la frente en alto. Asume las consecuencias de una lucha que comenzó en octubre y que no duda será victoriosa para el pueblo.

El caso de Luis es representativo de las causas judiciales que se siguen contra todos los presos políticos. Pruebas febles, declaraciones amañadas e interesadas de los propios policías; así se fundamenta el encarcelamiento de uno de los luchadores del pueblo. El estado mantiene sobre él diez querellas por ley de seguridad del Estado.

El 25 de agosto se realiza una audiencia en la que se le exige la suma de 1,5 millones de pesos para un “acuerdo reparatorio”. La fiscalía lo acusa de robo en lugar no habitado.

Se trata, a todas luces, de un juicio político en contra un trabajador que toma la iniciativa y lucha como tantos a lo largo de este país. Es un juicio político, porque cae sobre él el poder espurio y corrupto de los enemigos del pueblo.

Sus familiares afirman que Luis esta firme. Les ha dicho que nuestro pueblo debe seguir luchando. Eso es lo más hermoso que tenemos como pueblo combatiente. Esta lucha es por nuestra familia, por nuestros hijos e hijas. Siempre debemos avanzar con fuerza y coraje y pensar que llevamos con nosotros a los caídos, mutilados y desaparecidos. Los que se levantaron ese 18 de octubre. Ese pueblo, esos hijos de obreros, pasarán a la historia como los que se atrevieron a enfrentar al régimen completo y acabar con su sistema injusto.