Hoy quedó en libertad José Ignacio Durán Sanhueza. Su apostura sencilla y honesta contrasta con las exhibiciones de decadencia del régimen que los encarcela. Su mensaje es para los que aún continúan prisioneros.
Hoy ha salido de Santiago 1, José Ignacio Durán Sanhueza, un preso político de la revuelta. Frente a la cámara que lo graba a las afueras de la prisión luce la fresca osadía de sus veinte años. Su voz, sin embargo es como la de un viejo luchador. Valiente, serena, concentrada. “Has sido sometido a tantas cosas, un día estás en la calle lo más bien, y al otro día estás en una pieza de tres por dos, incómodo…el mensaje creo yo va para los cabros, las cabras, que están teniendo paciencia, harto aguante, levantarse temprano, el agua helada…”-el gesto del recuerdo amargo interrumpe sus palabras un segundo, y luego concluye con sentimiento – “…el mensaje va para ellos, son unas gran personas, y los quiero y amo a todos, sobre todo a las agrupaciones que nos están apoyando desde afuera desde las calles y no se dejan caer.”
José Ignacio, el flamante egresado de mecánica de aviación. El joven que rindió dentro de la cárcel (por intermedio de su abogada) su examen final para terminar su carrera, obteniendo la mayor calificación de su promoción. El que desde niño ha querido “trabajar con las máquinas que vuelan, volar siempre ha sido su sueño” según su padre Osvaldo Durán. Hoy podrá descansar con su familia, dormir en su cama, recuperar fuerzas. Hoy un hijo del pueblo ha vuelto a su barrio.
La Fiscalía acusa a José Ignacio de los delitos de asociación ilícita, instalación de barricadas, disparos injustificados y arrojamiento de artefactos incendiarios a la subcomisaría de Carabineros de la comuna de Peñalolén. Fue detenido en su casa la madrugada del 15 de Octubre de 2020 tras un violento allanamiento en Lo Hermida. Está formalizado y se encontraba hasta hoy en prisión preventiva en la Cárcel Santiago 1. No hay pruebas en su contra, ni antecedentes previos que justificaran su detención, ni menos la medida cautelar de prisión preventiva que ha sufrido junto a otros por más de diez meses a la espera de una investigación que nunca acaba. La evidencia circunstancial en su contra, se basa en el relato de un carabinero infiltrado, quien fue reconocido por los vecinos tras participar en un docureality de canal 13 televisión. La presencia de un funcionario policial en Lo Hermida que traía bencina y botellas para incitar a los vecinos a participar en desórdenes y actos vandálicos contra Carabineros, fue investigado y denunciado por un reconocido medio de comunicación.
La lucha por la libertad de todos los presos políticos continúa. Y mientras algunos se han perdido en escaramuzas, danzando al compás de las concesiones y las negociaciones arteras. El pueblo no ha perdido de vista ésta, su tarea inmediata y urgente. Todos los viernes en Plaza Dignidad, por centenas, lo refrendan. Lo refrendan también la toma del INDH. Y todas las acciones, de solidaridad, defensa, acompañamiento y difusión que decenas de organizaciones populares realizan a lo largo de la patria cada día para conseguir la libertad de los luchadores. Sólo el día o la noche en que todos y cada unos de ellos y ellas hayan vuelto a su hogar, podremos dejar de bregar, por esta causa. Entonces, será inminente cobrarle a los responsables de tanta injusticia y arbitrariedad. El pueblo no olvidará. Ni a sus héroes, ni a sus opresores. A los unos los tendrá por apóstoles de la dignidad, y se consagrará a honrarles con hechos que conquisten las demandas por las que ellos fueron presos, a los otros…bien, a los otros sabrá pasarles factura.