Mejor no, pero ¡bueno ya!

Un verdadero hombre de Estado, dispuesto a sacrificar lo más valioso, su libertad e independencia por servir a la patria. Sí, el big boss aceptó, muy a su pesar, ser candidato por la derecha a un cupo de senador por la región metropolitana. «Hice todo lo posible para que fuera otra persona», aseguró, modesto.

Sí, no estaba muerto, andaba de parranda. Apareció Jaime Mañalich.  El ex presidente de la república, perdón, el ex ministro de salud es uno de los “hombres fuertes” con que el pacto Chile vamos que se puede -el poco original nuevo nombre del ahora ex Chile Vamos, va por uno de los cupos a senadores en la RM. Perdón nuevamente, el pacto ahora se llama Chile Podemos Más.

El gran jefe, que había sido muy pero muy pero muy enfático en señalar que por ningún motivo iría por ningún cargo de representación popular fue inscrito ayer lunes como carta en un cupo Evópoli.

Mañalich reveló los entretelones del forcejeo que lo terminó por convencer para la candidatura.  “Hice todo lo posible para que fuera otra persona, sin embargo, al final es cierto que hay una posibilidad de influir desde el parlamento, mejores políticas públicas, en lo que se tiene que definir en los próximos años para Chile”, reconoció en su estilo siempre tan modesto.

El ex ministro tiene buenos amigos en la derecha más reaccionaria del país y por supuesto en el centro y un poquito hacia la izquierda. Muchos lloraron su salida en junio de 2020 tras una seguidilla de desaciertos garrafales en el manejo de la pandemia que se cobró en su gestión en un momento 6.500 contagios, y 200 muertes diarias.

Está claro, no fueron los $ 7 millones y tanto que recibirá mensualmente como dieta parlamentaria. ¡No! Mañalich quiere, ahora sí que sí, contribuir a terminar con la pandemia. “Creo que también yo puedo contribuir en eso, en señalar una política respecto al desafío covid”, aclaró.