Los integrantes de IDEA son ex presidentes latinoamericanos y españoles de tendencia derechista. Llaman a la OEA, la misma que avaló el golpe de Estado en Bolivia, a que interceda por la reo Jeanine Añez. Además, llaman a la ONU para que intervenga rápidamente en el caso. No dijeron nada, ni mostraron la misma premura, cuando el gobierno de Añez persiguió al presidente depuesto Evo Morales o cuando la represión acabó con las vidas de manifestantes en las matanzas de Senkata y Sacaba.
Jeanine Añez está presa, acusada de genocidio y otros delitos, es decir, de graves violaciones a los derechos humanos. Los cómplices de Añez están presos y otros huyeron de Bolivia para no ser juzgados. Añez se autolesionó en la cárcel para que hagan algo por ella, pues la dejaron sola.
Estos ex gobernantes creen que tienen alguna inmunidad por haber dirigido un país y, aun más, creen que cuentan con impunidad. No es raro que piensen eso, si se consideran los múltiples crímenes, actos de narcotráfico, delincuencia, estafas y robos que perpetraron durante sus mandatos: el hecho es que están libres y no han sido juzgados. Arguyen que el gobierno de Añez «ejerció un gobierno de transición aceptado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea». Pero fueron ellos mismos los que hicieron campaña política para que España se sumara a la postura de la OEA, dirigida por Luis Almagro, un títere de Estados Unidos.
Los ex mandatarios que firmaron esta carta son: Eduardo Frei Ruiz Tagle, José María Aznar, Óscar Arias, Rafael Ángel Calderón, Miguel Ángel Rodríguez, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís, Nicolás Ardito Barletta, Ernesto Pérez Balladares, Mireya Moscoso, Felipe Calderón, Vicente Fox, Alfredo Cristiani, Federico Franco, Juan Carlos Wasmosy, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Osvaldo Hurtado, Jamil Mahuad, Luis Alberto Lacalle, Julio María Sanguinetti, Mauricio Macri y Jorge ‘Tuto’ Quiroga.
Lamentablemente para Chile, uno de los firmantes es Eduardo Frei Ruiz Tagle, figura gris y mediocre, representante de la política retrógrada, miembro de la Democracia Cristiana, que durante su gobierno estuvo en escándalos relacionados con indultos a narcotraficantes, entre muchas otras cosas. El domingo, durante las primarias de su sector político, este caballero planteaba que “ahora hay muchos que se sienten moralmente y éticamente superiores” a él y a los políticos de su laya. Está claro que exactamente es así. Y es inevitable, a pesar de las amargas quejas del ex-mandatario.