Lorenzo Arenas pide justicia para Macarena Valdés Muñoz

Una treintena de pobladoras y pobladores del sector Lorenzo Arenas se reunieron a exigir justicia por macarena Valdés Muñoz, mujer, madre, activista, defensora del río Tranguil en Gulumapu. Asesinada por el mismo enemigo.

Este 22 de agosto se cumplieron cinco años del asesinato de Macarena Valdés,  y a lo largo del país, se reconoce su  lucha y se exige justicia por la Negra. En Lorenzo Arenas. Combativa población de Concepción, la colectiva Jane Vanini, convocó a un mitin y actividades artísticas, en memoria de quien peleó por los derechos de su pueblo y que resistió a la instalación la central hidroeléctrica de la empresa austríaca RP Global.

El mismo argumento, la misma historia

Las «muertes» de dirigentes como Macarena Valdés, Alejandro Castro y Marcelo Vega, cuyos nombres se suman a las cientos de amenazas a quienes se enfrentan a las grandes empresas extractivistas que destruyen nuestros territorios. Dejan en claro que luchar por una vida digna es todo un peligro en un país donde además la justicia, para el pueblo, es ciega, sorda y muda.

La historia de Macarena Valdés, cumple el mismo guion utilizado en todo Latinoamérica para sacar de su paso a quien se le interponga. La negra, fue una de ellas.  Comenzó a identificar que el proceso estaba lleno de irregularidades, incumplimiento de compromisos, atropello a los derechos y, junto a la Coordinadora Newen Tranguil, realizaron acciones de protesta contra un proyecto que desde el comienzo vulneró los derechos de las comunidades que allí habitan. Realizaron denuncias, cortes de ruta y acciones de resistencia en las que Macarena participaba activamente.

El día de su asesinato, sus hijos mayores fueron al colegio y Macarena se quedó cuidando a su bebé. Cuando el hijo mayor de 11 años llegó de la escuela encontró a su madre colgada. Cortó la soga y pidió ayuda. El hijo menor, de un año y medio, estaba allí.

La primera autopsia realizada por el Servicio Médico Legal determinó que la causa de muerte de Macarena fue suicidio. Resultado cuestionado por Luis Ravanal, médico que da cuenta que no existen pruebas para afirmar que Macarena murió ahorcada. Hubo que esperar a que la familia consiguiera fondos para costear un análisis de  tejidos del cuello y así comprobar  que, al momento de colgarse el cuerpo, éste  ya no tenía vida. En enero de 2018 se logró entregar el análisis histológico a la fiscalía. Para agosto de 2018 la fiscalía de Panguipulli no sólo no se pronunció sobre sus resultados, sino que alegó que “se le perdió el estudio”. La familia volvió a enviar el documento y todavía no recibe respuesta.

Claramente, estas situaciones muestran dilaciones y obstrucciones para evitar esclarecer la muerte de Macarena Valdés. -nos relata una asistente- “Es evidente que un modelo de represión tiene un blanco común: las mujeres originarias que ocupan posiciones de liderazgo en luchas de barrios populares y en los territorios contra el extractivismo. A cinco años de este femicidio empresarial, seguimos exigiendo justicia. ¡¡A la negra la mataron!! … ¡Por ser mujer, mapuche y defender la tierra! Con la negra en la memoria que todos los territorios se levanten en la defensa de nuestra tierra!…” finaliza, la pobladora para nuestro medio.