Caleta Lenga es una playa turística chilena, ubicada al sur de la Bahía de San Vicente. Actualmente la caleta es un activo polo gastronómico y turístico de la Región del Bío Bío. También es en este lugar, donde el grupo Juvenil “Caleta Lenga” se organiza. Son un grupo integrado por familiares, amigos, vecinos, trabajadores y trabajadoras que crecieron en esta caleta.
La organización comenzó su actividad más concreta en el mes de abril de este año, en conjunto con la junta de vecinos, sindicato de pescadores, club deportivo de Lenga y el sindicato gastronómico y de locatarios. Este trabajo surge de la idea de activar actividades para los niños y niñas que viven ahí, recuperar las tradiciones, recuperar la actividad del barrio e incentivar la organización vecinal.
Por las demandas del pueblo
En Lenga existen variadas problemáticas de distinta índole. Esto a pesar de ser un concurrido sitio turístico del Biobío. La basura. El abandono del estado con los trabajadores y trabajadoras. La pérdida de espacios de organización. La lucha en contra de la contaminación. La pelea por terrenos y viviendas dignas y la articulación con otras caletas para incentivar la organización y el comercio local, son algunas de las demandas que los integrantes del grupo juvenil de Lenga están tomando y haciendo parte de su trabajo.
“En nuestro corto de tiempo de vida nos dimos cuenta que para resolver las dificultades hay que generar compromiso. Esto es vital para que la organización funcione”. “Nosotros primero empezamos copiando y pegando los ejemplos de trabajo de organizaciones populares que existen y que nos han servido de guía. Después hemos ido construyendo un camino propio con ayuda de la autogestión de los vecinos, de los trabajadores. “Cuando nos reunimos como organización, nos dimos cuenta que se perdieron terrenos y lugares que estaban en comodato. Por lo mismo nos motivamos a activar el barrio para también recuperar espacios como la sede social y el colegio de la caleta. Notamos que por la falta de organización en el barrio, venían personas desde afuera a hacerse cargo de cosas y por lo mismo perdimos esos lugares. En estos momentos estamos recuperando los espacios perdidos”. Por otra parte – nos menciona la entrevistada- con el inicio de la pandemia, los locatarios debieron comenzar a entregar los alimentos en envases para llevar. Actividad, que actualmente se está convirtiendo en un problema. “la gente no se lleva a sus casas los envases. Comen a la intemperie y la basura queda en las calles. Los basureros no dan abasto. Entonces aquí el compromiso es importante. Nos organizamos para limpiar la caleta. Se hacen y pegan carteles para generar conciencia. Se crean colilleros. También tratamos de concordar con los locatarios por el tema de la basura de manera de generar lo menos posible. A veces nos olvidamos que nuestra caleta es parte de un santuario de la naturaleza. Y en esta línea trabajamos, crear conciencia de lo que sucede en nuestro entorno y trabajar por nuestras demandas básicas. Trabajamos para que las futuras generaciones no abandonen la bandera de lucha…”
“El SERNATUR, que se supone debería actuar en nuestra caleta, solo se acerca a los locatarios y el resto de los vecinos y vecinas, que además somos trabajadores del comercio local no estamos considerados. Tampoco los pescadores artesanales, o a las recolectoras de algas, ni siquiera la junta de vecinos. La idea de nuestra organización es estar al tanto de estos proyectos para que se puedan exigir beneficios y que no toda la plata del Estado se la lleven proyectos para hermosear lo feo de un lugar. El trabajo y el sustento familiar es lo primero. Lo otro ni siquiera perdura…”
La tierra para quien la habita y trabaja
La presencia de privados en el territorio, es significativa. “…La mayoría de los y las pobladoras no somos dueños de nada. Algunas personas tienen su título de domino, pero más del 50% estamos a la “buena” viviendo con el permiso de los privados. Los Price son una de esas familias de dueños. Algunos de ellos actúan de buena fe y se nota que quieren el bien de la caleta. Sin embargo, en ocasiones, también tenemos conflictos con otra parte de esta misma familia. Quieren apropiarse del fundo Price sin informar a la comunidad lo que se hará. Nos quieren quitar el acceso al cerro. Único acceso que tenemos en caso de una catástrofe como un maremoto. Nuestra organización deberá mantener el diálogo con estos privados, y estar alerta a las decisiones que ellos tomen de los lugares en donde nosotros vivimos. La vivienda es otro tema complejo, las familias crecen, las casas siguen ampliándose en el mismo terreno, y nos seguimos hacinando porque no hay más lugares cerca para poder construir una vivienda. También buscamos tener un diálogo con los privados para que acepten la propuesta de construir en el mismo sector y que nuestras viviendas no sean invasivas con el medio ambiente. Los principales problemas lo tenemos con ellos. Con los dueños de los terrenos del santuario de la naturaleza. También con ENAP. Lenga parece el patio de esta industria y a través de la historia hemos tenido muchos problemas por lo mismo. Cuando se derramó petróleo crudo en la playa, taparon la boca y las necesidades de muchas familias con una indemnización inmediata de unas cien lucas. Otras no bajaron su lucha y estuvieron hasta el final en juicios con la ENAP, todo a apura autogestión, porque ni siquiera la municipalidad de Hualpén se hizo presente en este conflicto…”
El futuro
La unión de los y las trabajadoras y pobladoras es fundamental. Debemos incentivar a la generación que viene a luchar por sus derechos. A tener conciencia de clase. Sabemos que el comercio es nefasto, pero yo me asomo al comercio y quien me atiende es una pobladora como una, una trabajadora más del sistema. Si fortalecemos los vínculos, si unimos nuestras demandas le sacaríamos gran provecho. Sería el pueblo trabajando para el pueblo. Porque a los dueños de las grandes cadenas no le conocemos ni el color del pelo, y si comenzamos desde ahí, de la organización, de la autogestión, podemos dar un paso más grande en el futuro. Pretendemos en el futuro unir a las otras dos caletas que rodean el santuario de la naturaleza, caleta Chome y Peroné, que al igual que Lenga, están compuestas por familias que habitan la zona. Hay un mini comercio local, en donde en Chome traen las machas, en Peroné las merluzas y así va girando el comercio .Pretendemos fortalecer este comercio local, también sería ideal que las tres caletas sean propulsores de guarda parques del santuario de la naturaleza, para proteger, cuidar y respetar el entorno y el medio ambiente para también generar identidad en la península de Hualpen.