Sí, lo sabemos, nadie quiere agarrar la papa caliente que se viene. Porque en Chile, los trabajadores han descubierto su poder. No están dispuestos a continuar aguantando atropello tras atropello. Prueba de ello es la capacidad luchadora en ciernes de los pobladores sin casa. En todo el territorio se activa la voluntad de defender sus derechos.
Cada vez son más las familias que no pueden acceder a una casa propia. Viven de allegados y muchos han decidido, con valor, arriesgar el pellejo y enfrentar la precariedad que significa vivir en una toma. Son inviernos con frío y la amenaza constante del desalojo.
Este año, el Ministerio de la Vivienda anunció, luego de un buen tiempo sin hacerlo, la postulación a los subsidios habitacionales. A la semana tuvieron que advertir, vía medios de comunicación, que enfrentarán el grave problema del alza de los precios de los materiales. Es decir, no está tan claro que se construirán las casas comprometidas en el subsidio. Y como esto es un mercado, veremos si a las inmobiliarias les sale a cuenta pegarse codazos para quedarse con el botín del negocio.
En la octava y novena región el problema es mayor. La especulación de los precios de la tierra se agudiza por la escasez de terrenos disponibles para construir “las casas para el pueblo”. Las forestales han devorado el suelo. Pero ese es el problema del Estado, porque la gente, los pobladores y trabajadores quieren su casa y lucharán por ello: ese es su problema.
El comité Villa el Sol de Talcahuano anuncia recurso de protección
Estas últimas semanas, han dado prueba de esa voluntad, cuatro campamentos en el sur del país.
Los de la Villa el Sol de Talcahuano, que hace un par de semanas fueron desalojados por carabineros y sus guanacos y los municipales con maquinaria pesada, interpusieron un recurso de protección en tribunales de Concepción contra el delegado presidencial en la región, Patricio Kuhn, quien ordenó el desalojo.
No sólo fueron desalojados con brutalidad, como suele suceder. Además arrastraron por el suelo a una adulto mayor, destruyeron las casas levantadas con esfuerzo y no bastándoles con esto, se robaron materiales de construcción y las donaciones que tenían para celebrar el día del niño. El comité tiene 41 familias. Todo sucedió en la madrugada del 26 de julio.
Yoya García, presidenta del comité advirtió: “fuimos demasiado agredidos por Carabineros, nos destruyeron nuestras casas. Patricio Kuhn firmó sin pensar que había familias viviendo en las casas. Queremos que él se haga cargo y devuelva el material que se robaron. Aquí familias ocuparon el IFE, el 10%, ahorros y el mandó una notificación de desalojo”.
El recurso, señalan los pobladores, “busca proteger a las y los vecinos sin techo que se mantienen en el campamento del Comité Villa del Sol en Talcahuano de otro violento desalojo y todas las agresiones y denostaciones que implica la decisión de una autoridad política designada por Piñera y que ni siquiera ha sido elegida por votación popular”
Le ponen pecho a las balas en Curanilahue
O, más bien, a los matones. Los pobladores de la toma Lahueñes, en Curanilahue, salieron a enfrentar a un grupo de matones que llegaron hasta los terrenos en los que se emplaza su campamento, con objeto de amedrentarlos.
Los pobladores denuncian que llegaron con camionetas y maquinaria pesada a “zanjearlos”. Es decir, con retroexcavadora, hicieron zanjas profundas en los alrededores de su toma. Los matones serían empleados de Forestal Arauco. Al parecer, es una práctica habitual de la forestal de los Matte en todo el territorio para impedir las tomas de terreno.
En una entrevista con resumen.cl, Ana Santo, dirigente de la toma los Lahueñes, contó que llevan aproximadamente ocho meses emplazados en ese sector, cercano a la planta Aserradero Foraction. Son 52 familias dando pelea.
“A primera hora de la mañana se acercaron supuestamente trabajadores de Arauco, con máquinas, camiones y empezaron a zanjarnos los terrenos, cuando llegó Carabineros, ninguno de ellos exhibió credenciales así que se los llevaron detenidos”. Están extrañados porque se supone que tenían conversaciones con la empresa para resolver la situación. Al ser consultada la forestal sobre esto hechos señalaron que “averiguarían que pasó”.
Son los métodos sucios de la compañía que prometió “desarrollo” para el territorio. Pero los trabajadores y pobladores no se engañan. Les dieron cara a los matones y los sacaron. Están dispuestos a dar pelea.
Recordemos que a inicios de julio, pobladores y trabajadores subcontratados de la forestal se tomaron una ruta en Laraquete para denunciar amedrentamiento laboral y hostigamiento para expulsarlos de las tomas de terreno en las que “se han visto obligados a vivir” porque la empresa se ha comido todo el territorio con las plantaciones de pino. Allí, su toma Nueva Esperanza II, está al pie del cañón. No dejarán que los expulsen, ya esperaron suficiente por una casa, ahora, estas son suyas.
También en Chiguayante.
El comité de allegados Eureka lleva pacientemente 10 años con su proyecto de unidad para conseguir una casa. Han seguido todos los conductos regulares, las burocracias del Estado, la mala cara de las autoridades, las mentiras, los bypaseos. Una y otra vez, durante diez años.
Se cansaron. Se supone que este año lograrían por fin conseguir una casa. Hace aun año acordaron con el ministro de Vivienda, Felipe Ward, los mecanismos para acceder al subsidio directo y la definición de los terrenos donde se emplazarían sus casas. Esta semana les dijeron que todo cambió, las condiciones para acceder a los recursos y los terrenos donde se construirían las casas y además el subsidio directo, no será para todos ellos, sólo para la mitad
Son 106 familias las del comité de allegados Eureka. Martiza Novoa, presidenta del Comité de Allegados Eureka, declaró ante los medios locales su rabia. “Hemos perdido un año esperando estas asignaciones directas y ahora no tenemos nada. Nos ofrecieron la alternativa de comprar terrenos, pero no da solución a todo el comité y estamos muy preocupados, porque, nuevamente, nos han engañado y están jugando con nuestros sueños”, afirmó.
Este martes marcharon por las calles de Concepción. Ya no le creen a los funcionarios, ya no quieren que les “vean la cara”. No dejarán de movilizarse hasta que tengan un lugar donde vivir.
En su página de Facebook, clarito señalan su decisión, su voluntad, su claridad.
“A l@s sin casa de todo Chile: Debemos unirnos y decir basta
¡Basta de esperar una década para una solución!
¡Basta de promesas sin cumplir!
¡Basta de arriendos carísimos!
¡Basta de hacinamiento!
¡Basta de alzas en la construcción!
La lucha continúa ¡HASTA VENCER”