PDI: comienza a desgranarse el choclo

Los coletazos eran de esperar. La reconstitución de escena realizada ayer dejó en evidencia las contradicciones, los ocultamientos, la mentira de una de las instituciones que hasta hoy, era relativamente mejor evaluada que Carabineros, lo cual, claro, no es mucho decir. Hoy fue removido el Jefe de la Brigada de Homicidios de la RM y dejaron libre a los cabros falsamente inculpados del crimen de Valeria Vivanco.

No es sólo la PDI. En el caso de la muerte de la muchacha de la policía de investigaciones, Valeria Vivanco, tuvo que haber un acuerdo entre autoridades de más de una institución. El Servicio Médico Legal que hasta ayer no había entregado ni ficha clínica ni informe sobre la muerte de la joven; el médico que señaló que la bala entró de frente y no por la espalda como ahora se sabe y el Ministerio Público que juró y requete juró que contaba con pruebas para encarcelar a dos jóvenes inocentes y con el correr de los días, sabremos más.

Hoy, el choclo se comenzó a desgranar. La Fiscalía, como es obvio tras la bochornosa situación -como tantas otras- tuvo que dejar sin efecto el arresto de los dos cabros acusados, ahora sabemos, sin pruebas, del asesinato. Además, también hoy fue removido de su cargo el jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana, Jorge Márquez.

La decisión de la remoción del jefe de la brigada de homicidios, fue tomada por la máxima autoridad de la PDI, Sergio Muñoz, quien hizo un rápido movimiento para “mostrar transparencia” una vez que el caso dio un vuelco público. Como el choclo recién comienza a desgranarse, las esquirlas podrían llegarle a él. Hay que recordar que hasta el FBI está ahora metido en el caso.

“En uso de sus atribuciones reglamentarias y en aras de la transparencia y objetividad de los procesos administrativos, el Director General de la PDI, Sergio Muñoz, dispuso el traslado a una unidad administrativa del prefecto Jorge Márquez, quien hasta hoy se desempeñaba como jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana. En su lugar, fue designado el subprefecto Víctor Ruiz, que cumplía funciones como jefe de la Brigada de Homicidios Sur”, indica a los cuatro vientos el comunicado en que se anunció la decisión.

“Esto es una traición (…) A mí la institución me reconoció que el arma que mató a mi hija es institucional” señaló el padre de Valeria Vivanco a los medios. Vivanco no tiene dudas. El pueblo tampoco. Esta es una más de las conductas a las que los chilenos estamos acostumbrados. Instituciones que mienten, encubren, plantan pruebas, arman montajes y culpan a inocentes de su desidia, ineficiencia y corrupción.

Así como van las cosas, falta mucho por saber. Mucho río que cruzará el puente.