“Rechazamos y desconocemos cualquier celebración de un bicentenario que lo único que dejó a los pueblos indígenas es pobreza, exclusión, desnutrición y pérdida de nuestro territorio”, expresaron entre otras cosas, los líderes indígenas del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) de Guatemala que convocó hoy en conferencia de prensa, un paro, inicial, para mañana 9 de agosto.
Quieren aguar las fiestas oficiales que tiene preparadas con bombos y platillos el gobierno de Alejandro Giammatei para celebrar los doscientos años de la firma de independencia de Guatemala. Independencia de la corona española, sí, pero no de la continua servidumbre a los capitales norteamericanos y la barbarie contra su pueblo.
Los campesinos, indígenas consideran que ya fue suficiente con una constitución elaborada en sangrientas dictaduras, formales e informales. Su “carta magna” es de 1975, elaborada bajo el gobierno del militar Kjell Laugerud García, jefe del ejército durante el mandato de Carlos Arana Osorio, el militar anticomunista y reaccionario que inició las décadas terribles y la guerra contra insurgente contra su pueblo, con recursos gringos. Se calcula que hubo unos 35 mil asesinatos políticos en los 17 años en que se sucedieron los militares en este país centroamericano. Sin embargo, Guatemala es una herida que aun hoy, no deja de sangrar.
Al llamado de los indígenas, que son casi la mitad -auto identificada- de la población de ese país, se han sumado varios movimientos sociales que piden la renuncia de Giammatei y la conformación de un gobierno provisional que convoque a una Asamblea Nacional Constituyente.
«Los pueblos hacemos camino hacia el proceso constituyente popular y plurinacional”, en un contexto donde la Carta Magna es de 1975. “Gobernar bajo una ley de 1975, eso sí que es dictadura, este gobierno bajo el modelo de Estado-Nación, es un fracaso”, señaló el vocero del Comité de Desarrollo Campesino de Guatemala.
“Hacemos el llamado a los pueblos, estudiantes, mujeres a sumarse, y no permitir que el mensaje que se dio la semana pasada solo quede en una acción más. Estamos apoyando la exigencia de tener otro Estado. La actual situación de los que ostentan el poder no va a facilitar los territorios, solo quieren que estemos callados. El llamado es a unir la fuerza», agregó.