Cuando las autoridades hablan de educación online, de clases híbridas, o de teletrabajo, el discurso no cae muy bien en muchas poblaciones y sectores rurales de nuestro país. Aún son miles las familias que viven en carne propia el drama de saber que el acceso a internet sigue siendo privilegio de algunos.
Y es que, nunca ha existido buena conexión y desde el inicio de la pandemia la falta de conectividad a internet se hizo mas notoria y se suma a la larga lista de pendientes existentes en la Pablo Neruda. Población que tiene su origen en la erradicación del campamento Chorrillos y donde ayer al igual que hoy se debe luchar para acceder a las condiciones mínimas de dignidad – nos relata Javier- quien fuera poblador junto con su familia del histórico campamento. “En Chorrillos no teníamos baño, había pozos sépticos en un sector. Hacíamos nuestras necesidades y las trasvasijábamos a tarros para luego ir a vaciar los desechos a los pozos que había en el campamento”.
Los tiempos han cambiado y si ayer en Chorrillos se luchó por la vivienda y la dignidad. Hoy en la Pablo Neruda se sigue luchando por la recuperación de espacios, por el internet y por la alimentación. “El haber vivido todas esas carencias ayer, me hacen querer que todos podamos acceder hoy, a una vida digna”
El acceso a la educación on line sigue siendo privilegio de algunos.
La demanda por el internet se vio acrecentada por la pandemia y por el requerimiento de trámites, trabajo y educación online. La cual dejó de manifiesto una vez más el abandono hacia nuestro pueblo. “Anunciar que haremos teletrabajo o teleducación, o que para acceder a un bono debemos hacerlo en línea, no implica que realmente podamos hacerlo en las poblaciones” – nos menciona Javier en su relato. “Hoy muchos niños, niñas y adolescentes no pueden acceder a sus clases porque a la población donde viven no llega el internet. ¿Qué ha hecho el gobierno? Nada”, sentencia Javier.
Bernarda Cárdenas dirigenta de la JJVV de la población Pablo Neruda en conjunto con Javier Acosta parte de “La Ollita de Neruda”, se unieron para comenzar evidenciar su situación y mostrar la realidad que se vive en las poblaciones. “La inquietud de los vecinos, es que la mayoría tienen mal Internet o lisa y llanamente, las compañías dicen que no hay factibilidad. En la población alrededor de un 10% tiene acceso a Internet de señal hogar y en la mayoría de los casos la señal es débil”, agrega Javier. “Mis padres aún viven en la Pablo con mis dos hermanas y mis sobrinas. Ellos no tienen Internet hogar. Solo tienen el que pueden compartir desde el celular. En la Pablo solo en las avenidas principales hay Internet. Hace años que los vecinos llaman a las compañías y la respuesta siempre es la misma “no hay factibilidad”. Nosotros no sabemos que significa que no haya factibilidad y tampoco nadie de las empresas nos ha sabido explicar que significa. Nosotros creemos que lo que sucede aquí es vergonzoso”, afirma Javier, “los que tienen Internet contratado, cae una gota de lluvia – y en Valdivia si que llueve – e inmediatamente se cae el Internet. Cuando más de un chiquillo estudia en una misma familia. Se debe decidir quién se conecta, si las clases son a la misma hora. Es decir se debe escoger quien accede a la educación. En las casas se deben buscar lugares en donde llegue la señal y que claramente no son los más óptimos. Si no fuera por el Internet móvil, no podrían ni siquiera escuchar las clases. Somos como una zona roja en el mapa. Nos sentimos molestos, dejados de lado. Olvidados”.
Unirnos, Organizarnos, Luchar y Vencer
“Cansados de nuestra situación, comenzamos por unirnos con la JJVV para organizar el trabajo. Y poder de una vez hacer pública la problemática de la población Pablo Neruda. La idea es que esto llegue a oídos de quien debe resolver este problema. Aquí nadie pide que se nos regale nada. Acá queremos tener acceso a lo mismo que el resto. Y que no se siga castigando a nuestros niños por vivir en una población” “El trabajo en la demanda por un internet digno se inició con la realización un catastro de los vecinos afectados y con una recolección de firmas. De manera paralela se activó una campaña de difusión de la demanda en donde medios populares, la AFI los Ríos y ATV han comenzado a difundir nuestro problema. La idea es mostrar a todos lo que sucede en la población y ahora echar a andar un plan de acción. Ya hablamos con las autoridades, ya hablamos con las empresas. Hoy nos queda continuar. Se deben debe buscar soluciones y no descartamos empezar por caceroleos y asambleas con vecinos, en cuanto mejore el tiempo. Tenemos la claridad de que lo único que realmente nos va a ayudar a vencer y resolver nuestro problema es que la gente salga a la calle y que se movilicen por sus demandas. No somos los únicos, en muchas de las poblaciones de nuestro país la indolencia de las autoridades se transforma en rabia. Rabia que saldrá a manifestarse a las calles. Rabia que buscará que la dignidad también se haga costumbre en las poblaciones”.