Los perros viejos no aprenden trucos nuevos

Alguien llamado Luis Larraín, que dice ser presidente del consejo asesor del instituto Libertad y Desarrollo nos muestra cómo piensa la burguesía sobre lo que pasa hoy día en Chile.

Es interesante saber de primera mano cómo interpretan lo que sucede en la realidad en nuestro país.

Sobre lo que ha sucedido: el levantamiento popular, la victoria del apruebo y la instalación de la convención constitucional, ellos argumentan que solo es un relato que los adversarios políticos de la burguesía han metido en las cabezas de los chilenos, planteando que las elites son las malas. Todo es una trama urdida por la centroizquierda para perjudicarlos. Todo esto detonó, no porque las personas ya no aguantaron más la miseria moral de la burguesía, sino porque la economía se estancó.

Se pregunta este individuo ¿cómo cambiar la percepción de las personas de rechazo a la clase burguesa?, y después de meditarlo, dice que no deben seguir pensando, que lo están haciendo bien, pues parecen insensibles para la gente. En realidad, a la burguesía no le interesa el pueblo, sino para ganar dinero, como seres humanos son despreciables y lo demuestra al contentarse que el 20% más pobre aumentó sus ingresos más del doble que lo hicieron el 20% más rico, pero no es posible comparar el aumento de alguien que agrega a sus ingresos 50 mil pesos con un rico que aumentó sus ingresos en millones de dólares (esto es insensibilidad).

Sobre la desigualdad en Chile, dice que anhela una mayor igualdad de ingresos, pero los que tienen salarios más bajos deben producir más. Critica los subsidios que da el Estado, porque una parte de ello se lo roban los políticos y fomentan el clientelismo. Respecto de esto, tienen súper clara la película, sostienen que la única forma de promover la igualdad, es que las personas trabajen y que se dejen explotar, pues entre más ricos los ricos, por el “chorreo” algo recibirán. Y dice que los pobres deben trabajar y no recibir subsidios, pues como lo debe saber por experiencia, los políticos roban una parte.

Por último, sobre el cambio de constitución y del modelo, advierte que llevarán a un fracaso.

La visión de la burguesía sigue siendo limitada, sesgada y fanática. Reivindican el golpe de Estado y la dictadura como ejemplo a seguir, no les importan los muertos, desaparecidos y reprimidos del periodo, solo ponen el énfasis en lo económico, pero no en el robo y saqueo a las industrias del Estado por parte de ellos. Los sucesos desencadenados desde el 18 de octubre solo se deben a un complot de los políticos de izquierda que lo único que ven es lo malo del sistema y han influenciado a las personas con su discurso, y por eso hoy día están desprestigiados, no es porque son unos seres humanos despreciables que lo único que les importa es el dinero, ni el sufrimiento ni lo que les pasa a los chilenos. Como guinda de la torta, lo que piensan es que los flojos trabajen, pues mientras más trabajen en algún momento, no especificado, ganarán más dinero. Esta es la visión, que los trabajadores son flojos, cuando es lo contrario, los que no trabajan son ellos y mantienen sus privilegios gracias a la explotación de los trabajadores, al Estado que los ayuda dándole empleo, y beneficios a sus empresas, etc. Reflexionando sobre esta manera de pensar, la única solución es cambiarlo todo. La burguesía es como dice el dicho «no puedes enseñar a un perro viejo trucos nuevos», siempre volverá a hacer lo que conoce, lo único que sabe hacer, robar, explotar, engañar, corromper y matar, para alcanzar sus fines y privilegios.