El desalojo fue violento. Llegaron de madrugada, con fuerzas especiales de los pacos, con carros lanza aguas, maquinaria pesada y funcionarios municipales, incluídos. Producto de la desmedida acción contra adultos mayores, niños, mujeres, resultaron tres personas detenidas, otras tantas agredidas y una adulta mayor fue arrastrada cuando defendía su precaria vivienda. Luego de los hechos, no faltó el político que fue a lucirse entre la impotencia de la gente.
Pero no quedó nada. Fue sin misericordia, sin humanidad, así como actúan las autoridades y los pacos cuando se trata de amedrentar a los trabajadores en nuestro país. Ese mismo día acudieron a la Gobernación provincial para exigir una solución. Les aseguraron que harían una de esas famosas “mesas de trabajo” que tanto les gusta ofrecer. Al día de hoy, no hay nada de nada.
Las familias llegaron allí en enero. Ahora llevan una semana viviendo en un comedor familiar improvisado. El desalojo fue ordenado por el alcalde facho, Herny Campos. «Del alcalde no hemos sabido nada y nosotros no estamos dispuestos a hacer una mesa de trabajo sin él presente. De las 10 cartas que le hemos mandado, ninguna ha sido respondida. No se ha acercado a conversar» señaló la dirigente del campamento, Yoya García.
Acusaron la destrucción y extravió de sus materiales de construcción y de donaciones que recibieron para celebrar a los niños en el día del niño este próximo fin de semana. “Teníamos cajas de dulces que nos donaron el día anterior y todo eso se perdió porque la retro destruyó y se llevó las casas. El municipio arrasó con las casas y en un cuartuchito de una de éstas, teníamos los alimentos del comedor comunitario, las cajas de dulces y las donaciones que pedimos por redes sociales para amortiguar aún más el día del niño. Todo eso se perdió”.
Han dicho que volverán cuantas veces sea necesario. El pueblo no espera humanidad de los sinvergüenzas que gobiernan este país y que dilapidan nuestros recursos. Pero, hay que tener cara para ser tan mequetrefe y robarse además las poquitas cosas que la gente junta con esfuerzo. Unos verdaderos gatos de campo estos delincuentes.