El 26 de julio de 1953 un grupo de jóvenes cubanos pone en ejecución el plan de asaltar el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba y el cuartel Carlos Manuel Céspedes en Bayamo. Eran dirigidos por Fidel Castro y tenían como objetivo derrocar el régimen dictatorial de Fulgencio Batista.
El lugar escogido era de una trascendencia simbólica, pues en el oriente de Cuba se habían gestado revoluciones populares presentes en la memoria del pueblo. Fue allí, en Santiago de Cuba donde se iniciaría el proceso revolucionario para derrocar a Batista y el objetivo era el Cuartel Mondaca, un regimiento tenía su base allí.
Para realizar el asalto, tuvo que haber una preparación y selección previa. 131 hombres y mujeres se dispusieron a tomar parte en la acción militar, habían tenido un entrenamiento en armas y tenían la noción clara de estar luchando contra el opresor de su pueblo. La historia de los que estuvieron en ese episodio histórico es dable de ser contada: un boxeador que no llegó a la pelea que tenía ese día del asalto, otro que entregó todo el dinero ahorrado en cinco años para la causa revolucionaria, entre otros muchos actos de esfuerzo y abnegación.
Se vistieron de militares y se dirigieron en autos hacia el cuartel. Se habían dividido en tres grupos, uno dirigido por Fidel Castro que atacaría el cuartel, el segundo grupo de Abel Santamaría y el tercero encabezado por Raúl Castro tomarían edificios cercanos para apoyar el ataque central. Antes de partir, Fidel los exhorta a luchar: “Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras ¡óiganlo bien, compañeros! de todas maneras el movimiento triunfará…” Al llegar al cuartel toman las posiciones previstas, los grupos de Abel Santamaría y Raúl Castro cumplen sus objetivos, y el grupo del asalto al cuartel no logra tomar por sorpresa a los militares y se produce un combate fuera del cuartel, donde son apabullados por el poder de fuego superior del enemigo. Fidel ante la situación crítica en que estaban da la orden de retirada. En el asalto al cuartel murieron seis asaltantes, en los días posteriores la represión de la dictadura detendría, torturaría y mataría a 55 de los jóvenes que participaron ese día.
El asalto al cuartel Moncada fue una derrota de las fuerzas revolucionarias contra el dictador Fulgencio Batista, pero de la sangre de los muertos se crearía el Movimiento 26 de Julio que seis años después, un primero de enero de 1959 entraría triunfante en La Habana, y daría al pueblo cubano el poder para cambiar su historia.