Guantánamo sigue ahí. Un territorio convertido en noche para castigar sin justicia, sin razón, con crueldad. En el mundo, reina la indiferencia de los gobiernos y sus instituciones para la paz y los derechos humanos. Hoy, un hombre ha sido devuelto a Marruecos luego de estar secuestrado durante 19 años, sin juicio, sin cargos. Aun quedan 35 personas en ese infierno: en las fauces del imperio.
Se llama Abdul Latif Nasir, tiene 56 años y ha pasado los últimos 19 años de su vida secuestrado en Guantánamo, el ilegítimo enclave carcelario de EE.UU. en Cuba. Latif Nasir será devuelto próximamente a Marruecos, aunque su liberación fue autorizada hace cinco años.
Latif Nasir, de 56 años, fue capturado en 2001 por las fuerzas de seguridad pakistaníes bajo sospecha de tener vínculos con los talibanes y luchar contra el ejército estadounidense en Afganistán. Estuvo detenido en Guantánamo desde 2002 y como muchos otros presos allí, nunca fue acusado formalmente por algún delito. Aún hay 39 presos en Guantánamo, 28 de ellos, en la misma aberrante situación: sin cargos, sin juicio, durante más de veinte años.
El año 2016, una comisión que ve la situación estos prisioneros determinó que Abdul “ya no representaba una amenaza significativa para la seguridad nacional de EE.UU”, por lo que recomendó su repatriación a Marruecos. Sin embargo, esa medida no hizo efectiva ni en la administración de Obama y, por supuesto, ni en la de Trump.