Suman y siguen los numeritos del preferido de Washington en Venezuela. Ahora, desde los mismos United States lo expusieron como el trucho que es él, Juan Guaidó, presidente de pacotilla de Venezuela. Los gringos le pasaron 507 millones de dólares para ayuda humanitaria y solo ha rendido un 2%. Del resto, quién sabe.
Así son los hechos. La Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) le prestó a Guaidó en su calidad de presidente mequetrefe, 507 millones de dólares entre 2017 y 2019. De ese monto, 260 millones de dólares eran para asistencia humanitaria y 247 millones de dólares para “asistencia al desarrollo”.
Los fondos estaban destinados a la oposición venezolana para que la invirtiesen en su país, que pasaba por una “crisis humanitaria”, decían los gringos. La misma ayudita la recibieron Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Trinidad y Tobago, que a juicio de la institución estadounidense, eran países que “daban respuesta a la crisis regional de Venezuela”.
De esa ayuda, solo un 2% llegó a los pobres de Venezuela. Así lo reveló un informe de la USAID llamado “Procesos mejorados y requerimientos del implementador necesarios para los desafíos y riesgos de fraude en la respuesta de USAID con respecto a Venezuela”.
Guaidó en su calidad de presidente ficticio de pacotilla, recibió la ayuda. Mucha de ella, en toneladas de alimentos que nunca llegaron a destino, los pobres. El informe cita un caso puntual: se invirtieron 2 millones de dólares para llevar 368 toneladas de productos humanitarios a la frontera entre Colombia y Venezuela y Curazao -entre febrero y abril de 2019- pero allí solo recibieron 8 toneladas.
El resto, 360 toneladas, las mandaron a Colombia y Somalia. Al parecer, Guaidó hizo negocio por su lado con el 98% de los recursos que le pasaron los amigos gringos.
Al igual que los amigos que lo secundan en Venezuela, Chile, Colombia, Brasil y otros puntos del orbe, a estos presidentillos no les faltan razones para saltar rejas. Sin embargo, falta que sepamos la completa verdad, porque el ex diputado, aun no ha hecho rendición de gastos.
¡Fino, muy fino!