Los trabajadores le prestan servicios a las empresas Agua Andina y Enel a través de un contratista, Provider Latin América. Como en toda ocasión, el sistema de sub contratación del modelo chileno le permite a las empresas desligarse de sus responsabilidades y obligaciones con los trabajadores. Así, se lavan las manos. Responde el don nadie que los subcontrata.
En este caso, los trabajadores piden no sólo se les reajuste el sueldo, sino condiciones mínimas, mínimas para seguir trabajando. La subcontratista también se lava las manos. En estos días los trabajadores no han conseguido nada.
Lo primero, denuncian malos tratos. José Macheo, presidente del sindicato, cuenta que la principal demanda es “que haya un cambio en el trato, de parte del coordinador, de los administradores del contrato, hacia los trabajadores, que sientan que se les respeta y valora”.
Por supuesto, también exigen se les reajuste el sueldo base, los recursos para locomoción, colación y aguinaldos y poder garantizar algo tan básico como es el tiempo para el descanso, las vacaciones. Tomarse al menos 10 días de vacaciones.
Cuenta el dirigente que por ejemplo, en el caso de Enel, hay trabajadores que llevando tres años de prestación de servicios a la empresa no se les permite tomarse más de una semana de vacaciones en verano. El resto, están obligados a tomárselas en invierno, y no cuando sus hijos están de vacaciones, sino en otro momento.
A pesar de la movilización, los trabajadores denuncian que “la empresa no ha accedido a nada. Hay puntos que no son intangibles y legales, como es el tema de andar pidiendo vacaciones, pidiendo un buen trato, que un trabajador al terminar de su labor diaria, por el hecho de estar con el artículo 22, pueda retirarse a su domicilio, y no porque nos monitorean vía online, les envíen más trabajo a esa persona, para que parta a las 8 de la mañana y trabaje hasta las 8 de la noche, y esto de lunes a sábado”, denuncian.