Disparan a matar

Mario Desborde, ex carabinero o paco, planteó que los ojos perdidos de los manifestantes se debieron a «rebotes». “Yo no creo que los disparos fueron directo a los ojos”, señaló. La verdad no se basa en lo que uno cree, sino en lo que sucedió de verdad.

Según el paco Desbordes, lo sucedido tras el 18 de octubre del 2019 no fue un plan sistemático del gobierno y que usó a la fuerza, llámese pacos y demás, para causar el mayor daño posible sobre la población, de manera de aterrorizarla y neutralizar las movilizaciones sociales.

Para él y muchos políticos de todo el espectro, los que se manifestaban eran delincuentes. No se atreven a decir que, según su criterio, todo está bien hecho. Lo disfrazan con frases como “¿cómo lo iban hacer pensando en dañar?», “los carabineros están para evitar saqueos”, etc.

La derecha, y otros más, son inmorales, pues se empecinan en defender posiciones que van contra el bien del ser humano. Defienden a asesinos y psicópatas. Los tratan como héroes; no les importa a quienes mataron. Delincuentes y ladrones: sólo querían ganar dinero; con clases de ética se soluciona el problema. Violadores y pedófilos: las víctimas sabían a que se enfrentaban, no son tan malos, con dinero se arregla el problema. Drogadictos y alcohólicos: con terapia se mejorarán y los daños que causaron; con dinero se arregla. Todo puede ser ocultado, minimizado, obstaculizado o borrado, si va en contra de sus intereses.

Si conocemos su forma de pensar y mirar la realidad, nos hacemos una idea cabal de lo que son. Son individuos que no valen nada. Ninguno de ellos puede ser un político, juez, militar, periodista, religioso, profesor, ni tener ningún cargo o posición en el Estado. Denigran al ser humano, con sus mentiras y falacias.

Todos estos años han podido zafar, porque tienen el poder. Si no Piñera estaría preso por ladrón. Varios políticos de la UDI estarían presos por pedófilos. Hijos y familiares de políticos, estarían presos por atropellar y darse a la fuga. Muchos cumplirían penas de cárcel por estafadores y delincuentes comunes. Militares y secuaces estarían pagando por sus crímenes de por vida.

Pero como dice el dicho popular, ya “se les está acabando la teta”.