Muy temprano en la mañana ya los medios reportaban un ataque incendiario a maquinarias en Lautaro y el incendio de una posta en Pidima, Ercilla. Pocas horas después, comuneros bloquearon una ruta en Lonquimay, con barricadas y quemas de neumáticos, obstaculizando, mayormente, el tránsito de camiones de las empresas forestales. También a esa horas, en Cañete, fue quemada un inmueble, desocupado, perteneciente al ex fiscal de Cañete, Luis Morales. En la tarde, un camión fue quemado en plena Ruta 5, en Victoria.

Asustados por el ánimo que adquieren los acontecimientos, hacia el fin del día, la Federación de Transportistas Forestales hizo un llamado a detener sus faenas en la Araucanía.

En Concepción se realizó una convocatoria a repudiar el asesinato de Pablo Marchant y a exigir la liberación de los presos políticos mapuche. Un centenar de personas acudió a la movilización que logró detener el tránsito en avenida O’Higgins. Los manifestantes portaron lienzos con los nombres de Pablo Marchant y Camilo Catrillanca.  También hubo barricadas. Carabinero no asomó la nariz. No están las aguas para la provocación. Más temprano, el repudio también se tomó las calles en Osorno.

En Temuco, unas trescientas personas, entre ellos representantes de diversas comunidades indígenas,  llegaron al Servicio Médico Legal para acompañar a la familia del comunero asesinado por carabineros. Luego, acompañaron el féretro por la Ruta 5 hasta la comuna de Lumaco, donde sería despedido el weichafe de la CAM.

En Santiago, se registraron protestas en el centro. Se concentraron principalmente frente a la casa central de la Universidad de Chile. Hubo cortes de tránsito y enfrentamientos con carabineros quienes actuaron con carros lanza aguas y gases para dispersar la movilización. Hacia el fin de la jornada, los manifestantes se dirigieron hacia Plaza Dignidad.