El INDH se encuentra en toma. No ha sabido cumplir con su misión: «proteger la dignidad de todas las personas que habitan en el territorio nacional». Los estudiantes secundarios agrupados en la ACES-Chile y organizaciones sociales y políticas como la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular y Organización de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Revuelta han ocupado sus dependencias para exigir que el instituto reconozca la existencia de presos políticos. ¿Insólito? Ni tanto.
Desde el 18/10, 25.558 personas han sido detenidas y se han interpuesto 1.744 querellas por Ley de Seguridad Interior del Estado. Un número no menor de detenidos ha pasado hasta dieciocho meses en prisión preventiva esperando el resultado de sus juicios. Frente a esta situación la verdadera labor de protección y defensa de los derechos de los presos políticos no ha venido precisamente del instituto, sino de familiares y amigos de los imputados, así como de diversas organizaciones populares que constantemente han denunciado la existencia de la prisión política.
Los estudiantes que hoy se tomaron el INDH son los mismos que pasaron a la historia el 18/10 mientras saltaban los torniquetes del metro, dando inicio al levantamiento social en Chile. Hoy ponen nuevamente el dedo en la llaga. Lo suyo claramente no es quedarse callados ni transar con la institucionalidad.
«Nos parece inédito que el INDH habiendo transcurrido más de un año y medio del estallido social de octubre no reconozca la existencia de la prisión política que en la actualidad mantiene a luchadores sociales encarcelados por más de dieciocho meses en prisión preventiva…»- dice la declaración que leyeron a viva voz, y exigen : «Reconocimiento de la sistemáticas violaciones de los DD.HH por parte del Estado. Verdad, Justicia y Reparación por la violaciones de DD.HH tanto para sobrevivientes como para familiares de asesinados. Garantía de no repetición de los hechos que vulneran los DD.HH. Reconocimiento de la prisión política de Chile y el Wallmapu. Cumplimiento íntegro de las demandas de la Coordinadora de víctimas de trauma ocular de forma inmediata. Garantía de que no existirán acciones legales contra los manifestantes participantes de la acción. Garantía absoluta de que no existirá desvinculación de trabajadores ni funcionarios directos o subcontratados por parte de la institución…».
Finalmente hacen un llamado «a todas las organizaciones sociales, asambleas territoriales, colectivos, organizaciones políticas, pobladores, trabajadores, estudiantes, madres y padres a salir a la calle a defender nuestros derechos para exigir libertad, justicia, reparación y no repetición de estos hechos.»
El INDH respondió a la acción de los estudiantes con una declaración paternalista e irrelevante que evade pronunciarse frente a las exigencias y en buen chileno intenta «sacarse el pillo» con la pandemia. Subestimar a los jóvenes les ha costado caro a muchos en el pasado, sino que le pregunten a Clemente Pérez, el expresidente del metro, que también quedará en los libros de historia, pero no precisamente por su agudeza. Sergio Micco tiene la palabra.
Nosotros sólo decimos: El pueblo tiene memoria y juzgará.