Crisis en Haití

El presidente de Haití Jovenal Moise, fue asesinado por un comando armado que irrumpió en su domicilio. Se declaró el estado de sitio en el país y asumió como primer ministro interino Claude Joseph.

8 de julio de 2021

Haití el primer país de Latinoamérica en liberarse del colonialismo, el 1 de enero de 1804. Hoy es una de las naciones más pobres del mundo, sumergida en una crisis política que ya lleva décadas.

Su presidente en ejercicio, Jovenal Moise fue asesinado en su casa en Puerto Príncipe. Se presume que un comando armado lo ultimó.

¿Pero cómo se llegó a este desenlace? Moise ganó las elecciones en el 2016, pero asumió la presidencia recién en 2017, debido a las acusaciones de fraude. Llamado el “señor banana”, porque hizo una fortuna exportando plátanos a Alemania, quiso entrar a la política. Fue recibido por partido de derechista Tèt Kale y ungido como sucesor por el entonces presidente Michel Martelly. No le fue difícil triunfar frente a otros postulantes. Llegaba como alguien nuevo en política, sin antecedentes.

No cumplió sus promesas de salud, paz y orden. Al contrario, la presencia de bandas o pandillas armadas que asolan el país, se agudizó. La crisis política, económica y social, provocó estallidos en las ciudades. La crisis sanitaria golpeó a la población con dureza. Es un país en crisis total. El 60% vive en la pobreza. Cientos de miles de haitianos emigran a otras latitudes. El poder legislativo y judicial fueron intervenidos por el presidente, debido a disputas que se originaron por la fecha en que debía de culminar su mandato: según la constitución, en febrero del 2021.

Nos preguntamos cómo se llegó a este desenlace, pero la historia de Haití nos habla de una dictadura feroz de los Duvalier. La llegada de regímenes democráticos comenzó en 1988, con interrupciones de golpes de Estado y una permanente crisis política. Entre el 2004 y el 2017, estuvo la Misión de la ONU para la estabilización en Haití, que fue llamada por Boniface Alexandre, sucesor de Jean-Bertrand Aristide, que había sido depuesto. Con cerca de siete mil efectivos actuaron como una fuerza de ocupación teledirigida por Estados Unidos. Muchos países de América enviaron a sus tropas para que actuaran como una fuerza unificada, bajo el mando de militares brasileños. Al final, no dejaron mucho legado, sino corrupción, un derroche exorbitante, violaciones, muertes, etc. Cuando finalmente se fueron, dejaron al país en peores condiciones de cuando llegaron.

Las ansias del “señor banana” de seguir en el cargo parece que no les gustaron a muchos de sus socios oligarcas. Y menos, que actuara como un gobierno de facto, sin ningún límite y neutralizando a sus detractores.

Como siempre, por encima de los asesinatos mafiosos, están el altivo pueblo haitiano, que no para de movilizarse y luchar por terminar con toda esa lacra.