Trabajadores y pobladores de Laraquete, localidad situada al norte de la ciudad de Arauco, en la Región del Biobío, se tomaron este lunes una ruta en protesta por las amenazas de desalojo de sus viviendas. Los pobladores viven en tomas de terreno, resultado de un paulatino proceso de desalojo de sus territorios por la expansión e industrialización voraz de Celulosa Arauco, del grupo Matte, que tiene el 50% de propiedad del territorio.
A las seis de la mañana, los pobladores de Laraquete, organizados en la Coordinadora de Trabajadores y Pobladores, Mano Obrera, se tomaron una ruta en la provincia de Arauco. Detuvieron el tránsito durante casi una hora hasta que llegaron Fuerzas Especiales a reprimir y desalojar. Aunque Celulosa Arauco no quiso referirse públicamente a los hechos, horas más tarde invitó a los movilizados a una mesa de trabajo.
Están alertas. Ya son diez años de precariedad laboral, desalojo territorial, contaminación ambiental, amedrentamiento de las policías y de paramilitares. En un comunicado a través de redes sociales y la prensa, expusieron los motivos de la movilización. Y los puntos que pondrán sobre la mesa. No hay vuelta atrás, han comenzado su proceso.
“Compañeros -reza la comunicación de última hora- si la empresa no quiere validar nuestros legítimos derechos como trabajadores y pobladores decidiremos acrecentar la lucha popular. Hasta vencer!!
Exigen: 1.- Turnos de 1×1 para los trabajadores del proyecto MAPA, 2.- Aumento de sueldo en un 8% para todos y todas los trabajadores de proyecto MAPA.3.- Bono de termino de conflicto. 4.- Pago de finiquitos de los trabajadores desvinculados de Vial y Vives. 5.- Fin a las zonas de sacrificio y crímenes contra el medio ambiente. 6.- Viviendas dignas y en nuestro territorio como derecho fundamental.
La ignominia en Laraquete
Los pobladores del territorio de Laraquete y alrededores son trabajadores, formales e informales, de la Forestal Arauco, empresa perteneciente al grupo Matte. En estos diez años han sido protagonistas y testigos del proceso de expansión territorial de la industria forestal, que los ha negado la posibilidad de acceder a viviendas -por falta de suelos- y obligados, recientemente, a vivir en tomas de terreno. Amenazados por eventuales desalojos, hoy se tomaron la ruta.
La industria maderera, que lanzó con bombos y platillos su ambicioso proyecto de modernización y expansión en 2018 – el proyecto MAPA- “el más grande de la historia”, según Celulosa Arauco, prometió empleos y desarrollo para el territorio.
En un comunicado difundido a través de redes sociales y la prensa, la Coordinadora de Trabajadores y Pobladores, Mano Obrera señaló para la convocatoria a movilizarse:
MAPA, el proyecto de los Matte para la usurpación.
A fines de 2018 el directorio de ARAUCO S.A aprobó el inicio de un proceso de modernización y ampliación de su planta Arauco. La iniciativa, llamada proyecto MAPA, contemplaba una inversión de 2300 millones de dólares, la mayor en la historia de la compañía. Como todo gran proyecto, prometía trabajo y desarrollo para el territorio.
La fase de modernización, que comenzó en 2012, estaría marcada por el “trabajo conjunto de participación de la comunidad”. Traería consigo, la implementación de un programa de capacitación y formación para la creación de 4.000 a 5.000 empleos durante la construcción, con un máximo de 8.000 y la creación permanente de 1.000 puestos de trabajo.
El proyecto le permitiría a Celulosa Arauco, “renovar y aumentar la eficiencia y productividad, además de fortalecer la competitividad y liderazgo de ARAUCO en los mercados globales”. Además, señaló la compañía en el momento del gran anuncio, “este proyecto considera el más amplio programa de inversiones en la historia de ARAUCO y precisamente lo desarrollaremos en una comuna donde nos une una larga y estrecha relación, dado que es aquí donde nace esta compañía”.
Los pobladores, en los distintos territorios del país, saben bien qué se anuncia cuando se anuncia “el avance de las compañías”. Son tiempos de explotación laboral a costa de la salud y la vida de sus habitantes, llevada a cabo con la connivencia del régimen.
Es cuestión de tiempo, que en cada lugar en que los trabajadores han sido sacrificados por la ambición y la avaricia de unos pocos, se levante el pie gigante de la historia hasta hacerlos caer, uno a uno, a los explotadores.