Sebastián Piñera insistió en que Chile “ha hecho las cosas bien” en materia de vacunación, aludiendo a la alta tasa de inoculación en comparación con otros países. Ignoró que eso no ha impedido la circulación del virus, que no basta para enfrentar nuevas variantes y que el gobierno no sabe cómo enfrentar la situación. Aparte de eso, todo bien.
Las declaraciones del vocero de la empresa Sinovac que indicó que la efectividad de la vacuna se reduce en hasta tres veces ante variantes nuevas del virus, como la Delta, no causaron sorpresa en el gobierno. Esa información la ha de tener por anticipado. Es un servicio que se merecen los clientes importantes. Y Chile es uno de los más grandes del mundo.
Los antecedentes son inquietantes, pero no deberían sorprender. Sólo en el mejor de los casos, las vacunas, independientemente de la tecnología empleada, iban a ser efectivas indefinidamente y ante cualquier mutación del virus. Pero el gobierno se basó en ese supuesto, el mejor posible. De hecho, Piñera había proyectado que, en esta fecha, ya existiría una inmunidad de rebaño.
El gobierno no quiso ponerse en un caso un poquito menos óptimo. Y menos, se preparó para un desarrollo francamente negativo. La situación actual no corresponde a las proyecciones más catastróficas. Pero está muy lejos del milagro al cual el gobierno había apostado. El problema es que la negligencia e irresponsabilidad agravan la crisis sanitaria.
Hoy, La Moneda lanzó una campaña en todos los niveles para limitar el daño… político. El descenso de las cifras de contagio es un hecho objetivo. Pero no es una historia de éxito como se quiere vender. Y, sobre todo, nada puede descartar o impedir que luego de “un valle”, la curva de contagios vuelva a subir durante este invierno. El punto es que los hospitales no dan abasto, aunque haya el número de casos ahora sea menor.
No importa. Seamos positivos, dijo Piñera: “yo sé que algunos no les gustan las buenas noticias y solo difunden malas noticias. Pero en materia de vacunas los chilenos hemos hecho un buen trabajo. Y por eso, vamos y hemos logrado ir reduciendo los índices de contagio, reduciendo las hospitalizaciones, y las muertes.”
Ya que no se atreve a salir de Chile, Piñera hizo un zoom con Angela Merkel, la canciller federal de Alemania. Señaló que ella quedó “muy impresionada” con la tasa de vacunación en Chile. Claro que sí.
A la fecha, en Chile se ha vacunado el 50,6 por ciento del total de la población. En Alemania, sólo el 35,5 por ciento.
Pero en Alemania hay 0,59 muertos por millón de habitantes, en el promedio de los últimos siete días. En Chile, son 6,05 y subiendo.
La circulación del virus se ha reducido en ambos países en las últimas semanas. El Alemania corresponde a 7,08 casos por millón de habitantes. En Chile, a 216.
Esa discrepancia es la que debería dejarnos “muy impresionados.”