Cinco pacos salieron ilesos de un accidente en plaza Dignidad. Se salvaron de ser apaleados por sus compañeros sólo porque dieron la contraseña usada para distinguirse entre ellos.
Fuentes no confiables nos dicen que cinco pacos quisieron destruir el monumento a Baquedano. Pero fracasaron porque, al lanzarse en un ataque kamikaze contra la estatua, se interpuso un guanaco, lo tuvieron que evitar y se volcaron. Según estas mismas fuentes no confiables, pertenecerían al comando “vengadores de monumentos”, y lo habrían hecho con el fin de que se extienda el estado de catástrofe. No les resultó perfectamente el plan, porque al salir de la comisaría iba todo bien, pero el cabo H, dijo “yo conduzco”, y como que no sabía manejar. “Nadie había tomado mucho, solo unas botellas de pisco, pero todos habíamos comido, no íbamos alcoholizados, como dicen algunos”.
Cuando los pacos se acercaron a los pacos volcados, les preguntaron si estaban ilesos, algunos dijeron que sí, como no sabían que eran pacos, les dijeron que los iban a dejar como membrillo y que luego pasarían detenidos por resistencia al arresto. Los pacos volcados comenzaron a reír, los otros pacos creían que estaban locos y ya le iban a dar la dosis de palos acostumbrada para hacerlos entrar en razón, cuando uno de ellos dice la contraseña: paco no pega a paco. De ahí en adelante todo se clarificó, un paco llama a Hoscar, otro paco ayuda a los pacos contusos, otro paco llama a la grúa, otro paco le dice que digan que se les cortaron los frenos y los otros 60 pacos de punto fijo que estaban cuidando la base del monumento respiran aliviados. Casi tuvieron que trabajar.
En la bitácora de los pacos que están en Plaza Dignidad quedó escrito: todo sin novedad, solo cinco carabineros “contundidos” al volcarse por el mal estado de la avenida, provocada por las manifestaciones de los delincuentes contrarios al gobierno.
Al final los accidentados, en sus mentes, habían logrado lo que buscaban, se alargó el estado de catástrofe.