El 21 de octubre del 2019, una patrulla de infantes de marina que se desplazaba en un camión, comienza a perseguir a manifestantes hasta un sitio eriazo. Uno de ellos, Manuel Rebolledo, no alcanza a huir y es aplastado por el vehículo. El marino que conducía el camión era el cabo Leonardo Medina Caamaño.
La muerte de Manuel Rebolledo, como muchas otras muertes que tienen que ver con el levantamiento popular del 18 de octubre del 2019, es imposible de ocultar.
Los hechos se sucedieron en la Población Libertad, en Talcahuano. En medio de una de las manifestaciones, una patrulla persiguió a las personas ingresando a un sitio eriazo y atropellando con el camión a uno de ellos.
En este caso, se quiere decretar la impunidad, mediante triquiñuelas leguleyas. Manuel Rebolledo, se habría caído delante del camión por eso fue aplastado, lo que indica que no le cabría ninguna culpa al conductor. No fue un homicidio, sino un accidente. Entonces, lo que se debería hacer es sobreseer al imputado. Buscan las explicaciones más inverosímiles para proteger a los uniformados, y en ese engaño están asociados el gobierno, carabineros, los marinos y el poder judicial.
Como prueba que refuta lo que plantean los que quieren la impunidad, está el video donde se ve el camión militar que persigue a alta velocidad a los manifestantes y aprecian los últimos instantes de vida de Manuel Rebolledo “El polera”, antes de ser atropellado.
La familia de Rebolledo sigue luchando para que se haga justicia y pague con cárcel el asesino.