Que si no bajaban los bloqueos no había diálogo. Bueno, el Comité del Paro logró “desescalar” 40 “puntos de resistencia”, es decir, bajar 40 cortes de ruta. Ahora le toca a Duque. Por su bien, que la cosa avance, hay un pueblo al acecho. Y como era de esperar, la Cámara de Diputados le salvó, por goleada, el pellejo a su Ministro de Defensa.
A sacar las sombrillas para este veranito de San Juan. Así es, luego de 32 días de paro sostenido, Iván Duque respira. Con un pueblo sin ganas de retroceder ni un centímetro, el régimen estaba en punto muerto.
Digamos que Duque no se había ayudado mucho al sacar a los militares a la calle. El Comité del Paro se la hizo fácil. Antes de la reunión con el Gobierno -hoy martes- para firmar un preacuerdo para un acuerdo, Nelson Alarcón, representante del Comité contó las buenas nuevas: este fin de semana ordenaron “a su gente” el desbloqueo de 40 puntos en las rutas del país.
Los desbloqueos, el requisito de Duque y los gremios para sentarse a dialogar. Han perdido billones ahora que sus trabajadores están en el mambo, dirán. De que acabara la represión antes de negociar, nadie se acordó mucho.
El veranito le salió con yapa. La moción de censura contra su Ministro de Defensa, Diego Molano, fue rechazada con 109 votos contra 36. Así, el ministro sigue en su cargo pese a las cifras de violaciones a los derechos humanos por parte de organismos del Estado. Reiteramos, del cese de la represión, tampoco nadie se acordó en tan altas esferas.
Así explicó Alarcón la buena nueva. “Hicimos un desescalamiento de los puntos de resistencia, como nosotros los hemos llamado, pero que el Gobierno los llama bloqueos, … es una demostración más de la voluntad que tenemos de una salida negociada y concertada a este paro nacional que estamos viviendo en Colombia”. Suena tan bonito “los puntos de resistencia”. Pero vamos al grano, ahora a dialogar.
Sí, ya van 34 días de movilizaciones y a las partes se les acaba la paciencia. El pre acuerdo para el acuerdo para las garantías a la protesta se firmaría hoy. Pero, ¿quién pone la carreta delante de los bueyes? Pues, ellos. Ahora la pelota está en la cancha de Duque.
Claro, están desgastados, cansados, dirán. ¡Que aguante que tiene el pueblo colombiano, quién lo diría, dirán! Pero ya está bueno, ahora a pararla con el paro y a negociar.
Pero esto no se trata de quién se cansa más o quién menos. Por estos días, veremos el espectáculo, la muñeca de los negociadores, el salto a la nada.
Para el pueblo, esto es solo el inicio de un proceso sin regreso.