El día 24 de mayo una patrulla de marinos, infantes de marina, que deambulaba por San Pedro controló un vehículo estacionado, donde se encontraba Claudio Jarpa. Todavía no era el toque de queda, sin embargo, de manera agresiva y prepotente agreden al poblador, porque éste no los veía como autoridad, “me dijo que si era choro y cuando cerré la puerta me pegó un combo de la nada en la nariz. Luego me agarraron y me llevaron a la playa. Ahí me hicieron arrodillarme y otro me pegó con la culata de su fusil en la cabeza”. No contentos con esto le dijeron «que me iban a matar, que si querían me hacían desaparecer y nadie se iba a enterar de nada. Me dijeron ándate luego, porque te vamos a pillar en el toque de queda y te vamos a matar, te vamos a hacer recagar el auto”. Como saldo de ese episodio tuvo la nariz rota y golpes en las costillas y cabeza.

Los altos mandos de los marinos, ensalzan a los infantes de marina, que no han combatido en ningún lugar verdaderamente. Ellos, por su parte, juran que son reconocidos por toda la gente como una autoridad, de ahí su prepotencia hacia los civiles. En estos años del levantamiento popular, creen que la mayoría de las personas los consideran lo máximo y al intervenir no comprenden por qué no se los toma en cuenta. Para ellos esto significa que los denigran y les bajan su valía militar, por lo que actúan con violencia.

Ahora, esta patrulla de marinos será juzgada por violaciones a los derechos humanos.