El «mono porfiado»

El ministro de Educación, Raúl Figueroa, ha intentado por todos los medios posibles volver a la normalidad en las escuelas. Parece un “mono porfiado”, vuelve una y otra vez sobre lo mismo, esta es una de las formas con que el gobierno presiona para hacer andar la máquina económica entre las personas. Es una irresponsabilidad cuando nos encontramos en la cúspide de la pandemia.

Esta semana el ministro de Educación amenazó con suspender el pago de la subvención a los alcaldes, pues estos no quieren abrir las escuelas que manejan. Si retrocedemos unos meses, había dicho que los niños no se enfermaban del covid, y mucho antes, que ya se podía volver y volvió la pandemia. Si uno quiere comprender su labor, no encuentra nada bueno, para las personas no es más que un burócrata que insiste en imponer su visión cuando es equivocada, se parece a esos juguetes llamados “monos porfiados”, se los bota y vuelven a la misma ubicación.

En el momento más alto de esta ola pandémica, quiere que las escuelas vuelvan a clases, sin pensar los contagios que pueden provocar a las familias de los alumnos y a la comunidad escolar. En algún momento toda esta gente del gobierno deberá ser juzgada por los actos criminales, pues las muertes que provocan no son accidentes, ni hechos aislados, sino algo premeditado.