Con bombos y platillos el gobierno anunció el miércoles pasado el inicio de la temporada de subsidios habitacionales. En los programas radiales vespertinos, los funcionarios del Minvu se pasearon explicando como funcionan los ofertones de temporada: seis modalidades para 7.000 subsidios en total, para todo Chile.  

Hoy, el globo se desinfló. El Ministro de la Vivienda, Felipe Ward ha tenido que salir a relativizar la prontitud con que la gente accederá “al sueño de la casa propia”. No hay materiales para la construcción o en su defecto, los precios se han disparado o en su defecto, las empresas están desabasteciendo el mercado. Así se viene denunciando hace meses sin que las autoridades digan ni pío al respecto. Pero ahora que se les desinfla el globo, parecen preocuparse. Parecen, lo sabemos, parecen.

En cualquier caso, la oferta del gobierno para 2021 es una burla considerando que en nuestro país existen cerca de medio millón de familias que viven allegadas y 2,2 millones de ellas tienen que arrendar casas y departamentos cada vez más caros. La especulación inmobiliaria tampoco la para nadie.

Como si fuera chiste, Ward anuncia “mesas de trabajo” para enfrentar el problema. No para resolverlo, sino para estudiar lo que sucede con el mercado, y de ser necesario,  postergar la construcción de los proyectos habitacionales.

“Las seremis … fueron mandatadas a un análisis caso a caso para retrasar proyectos por la falta y encarecimientos de materiales de construcción…hemos creado una mesa de trabajo con la Cámara Chilena de Construcción (CCHC)” informó el ministro,  quien además comentó que se le encargó a la CCHC un diagnóstico y a las seremis y direcciones regionales se les instruyó que, si lo amerita el análisis caso a caso, se concrete la postergación de proyectos”.

Uno de estos días estallará la burbuja, no la inmobiliaria que sin duda estallará, sino la burbuja de mierda que está engordando con cada paso que dan.