En una increíble declaración, el Ministerio de Salud se negó a revelar quiénes forman parte de la llamada “Mesa Covid” del gobierno. El grupo, encabezado Piñera, es el que toma las decisiones sobre las cuarentenas y otras medidas relacionadas con la pandemia. Ante una consulta del Colegio Médico, el Minsal también indicó que este misterioso comité secreto tampoco tiene “actas, expedientes, contratos o acuerdos de su trabajo”. “No hay que dejar nada por escrito”, parece ser la consigna del gobierno.
Las declaraciones son parte de una respuesta de la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, a una consulta, por el mecanismo de la Ley de Transparencia, realizada por el Colegio Médico. El gremio preguntó quiénes son los miembros de la llamada “Mesa Covid”, cómo toma las decisiones, y pidió una copia de sus actas.
Esta “Mesa Covid” no debe confundirse con la Mesa Social Covid, convocada hace un año por el entonces ministro del Interior Gonzalo Blumel, y que reúne al mismo Colegio Médico, a varios alcaldes, sociedades científicas y médicas, y otros organismos. Tampoco es el Consejo Asesor independiente Covid, que congrega a expertos y funcionarios nombrados a dedo por el gobierno.
“Mesa Covid” es el nombre del grupo dentro del gobierno que toma las decisiones, especialmente, sobre las medidas restrictivas, como las cuarentenas o las asignaciones de comunas a las distintas fases del famoso plan “Paso a Paso”. Así se ha informado previamente en la prensa y lo ha reconocido públicamente el ministro de Salud, Enrique Paris. Por ejemplo, el pasado 10 de mayo, Paris indicó que podría haber cambios al horario de toque de queda y agregó que el asunto fue discutido “hoy día en la reunión Mesa Covid con el presidente y los otros ministros”.
Ya está claro que no es él, sino el presidente y otros más, quienes toman las decisiones. Pero ¿cómo se toman? ¿con qué criterios? Ante la sencilla pregunta del Colegio Médico, la subsecretaria de Salud respondió como si estuviera en el estrado de los acusados. La “Mesa Covid” “no tiene existencia formal”, “hay un constante movimiento de los profesionales que la componen”, “no hay periodicidad” prestablecida en sus reuniones, ni procedimientos ni papel alguno que dé cuenta de su existencia.
Parece una mesa fantasma. Pero existe: Daza reconoce que ella, el ministro París, y el subsecretario de redes asistenciales, Alberto Dougnac, sí han ido. ¿Y quién más? Silencio oficial. Seguramente, Daza debe haber advertido la presencia, de tanto en tanto, de Sebastián Piñera en las reuniones.
¿Qué esconden? Porque Daza si reconoce algo de la máxima importancia: lo que hacen en la mesa secreta es “discutir y coordinar diversas medidas, directrices, estrategias, programas y políticas públicas” relacionadas con la pandemia. O sea, no toman tecito, nomás. Toman decisiones que afectan a todos los chilenos.
Si es verdad que nadie anota nada en esa comisión, nadie registra los acuerdos, no se establecen principios o criterios para adoptar sus determinaciones, habría que concluir que hay improvisación, desorden y negligencia total.
O la otra posibilidad es que se quiere ocultar cuáles son las verdaderas razones de las decisiones que se adoptan, qué intereses persiguen y quiénes son los responsables.
Aunque pueden ser las dos cosas a la vez: una muestra de ineptitud monumental y el encubrimiento preventivo de la evidencia. Ya son varios en el gobierno que saben que deberán rendir cuentas ante la justicia y quieren ocultar la evidencia.
Y la sospechosa respuesta de la subsecretaria coincide, justo, con el testimonio del ex asesor estrella del primer ministro británico, Boris Johnson, ante una comisión parlamentaria. Allí, Dominic Cummings, ahora peleado con el gobernante, cantó todo lo que sabe… o lo que quiso revelar sobre el manejo de la pandemia en el Reino Unido: el gobierno manipuló las cifras y estadísticas, estuvo obcecado en la criminal estrategia de “inmunidad de rebaño”, y todo era caos, improvisación, incompetencia y cinismo. “Prefiero que se amontonen miles de cadáveres” antes de decretar una nueva tercera cuarentena a fines de 2020, exclamó Johnson, según su antiguo consigliere. Después, igual hubo cuarentena y decenas de miles de muertes que se pudieron haber evitado, según reconoce Cummings quien se hizo famoso por dirigir la campaña a favor del Brexit en el referéndum de 2016.
Suena conocido ¿no?