Con este nombre designó el Comité Nacional del Paro la abrumadora movilización que se dio hoy nuevamente en las principales ciudades de Colombia a dos días de cumplirse un mes de paro nacional. Anoche ardió el Palacio de Justicia de Tuluá, localidad ubicada en el centro del Valle de Cauca. Además, miembros de una misión de DD.HH. fueron impedidos de ingresar al país, y acusan agresiones de parte de funcionarios de inmigración.
La crisis política que enfrenta el régimen colombiano no hace más que agudizarse. Cuando ya va a completarse un mes de movilizaciones, hoy se realizaron inmensas marchas en las principales ciudades del país. En Bogotá y Cali se dieron las movilizaciones más fuertes y los enfrentamientos más duros con la policía. En Bogotá, el epicentro fue en El Portal de las Américas, ahora llamado Portal Resistencia. Además anoche, en el municipio de Tuluá, también en el Valle de Cauca, ardió el Palacio de Justicia y 18 locales comerciales y públicos.
Los plantones partieron a las 5 de la mañana en Medellín, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Cali, entre otras ciudades. En lo inmediato, las demandas más urgentes planteadas por el Comité del Paro y los movilizados son la renuncia del ministro de Defensa, Diego Molano, la reforma a la Policía y el respeto por el derecho constitucional a la protesta pacífica.
Sobre la quema del Palacio de Justicia de Tuluá, el alcalde del municipio, Jhon Jairo Gómez, señaló en una emisora local: “no fueron hechos aislados, se inicia con el daño de un semáforo. Posteriormente empiezan a lanzar esas (bombas) molotov. Creemos que las dos primeras no logran su objetivo de incendiarlo. Al mismo tiempo, a una cuadra del Palacio de Justicia, un grupo grande estas personas impidió, bajo amenazas la salida de los carros de bomberos. Estaban a una cuadra. Hubo bloqueo, amenazas. Los videos circulan en redes”.
La jornada en Tuluá dejó como saldo la muerte de un joven estudiante de 18 años, Camilo Andrés Arango, dos heridos graves y numerosos detenidos. Las autoridades ofrecieron una recompensa de $100 millones para quién dé información sobre los responsables de los incidentes.
Y aunque aún no está claro quienes son los autores, el consejero para la presidencia para la Seguridad Nacional, Rafael Guarín, se apuró en señalar que “el ataque en Tuluá de esta noche es otro acto ‘heroico’ de la llamada primera línea: delincuentes organizados, entrenados y armados para destruir, aterrorizar, generar zozobra y miedo en la ciudadanía”.
Agreden e impiden ingreso de misión de DDHH
“Nosotros nos concentramos en que somos 20 argentinos que vamos a continuar con esta tarea, esto se ha convertido en un escándalo nacional, nunca imaginamos que una Misión de DD.HH. se le devuelva al país para evitar que se conozca a nivel internacional crímenes que consideramos crímenes de Estado“, señalaron a los medios miembros de la misión internacional, que hoy ingresó a Colombia a pesar de que algunos de sus integrantes fueron impedidos de entrar y otros fueron agredidos por funcionarios de migración.
“Nosotros somos categóricos y afirmamos que cualquier cosa que nos llegue a pasar son responsables los actores de la maniobra”, puntualizó la Misión Internacional de DD.HH. “Le pedimos a las autoridades colombianas y argentinas que velen por la integridad física de nuestra Misión”, señaló Juan Grabois, miembro de la delegación, en un video desde Lima, Perú.
Por su parte, a través de un comunicado de prensa, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos volvió a expresar ayer su preocupación por la grave crisis que enfrenta Colombia. “La Comisión Interamericana de Derechos Humanos urge al Estado a respetar los más altos estándares en cuanto a la libertad de expresión, uso de la fuerza y debida diligencia, así como a permitir que la CIDH realice una visita de observación al país”.
Recordar que la canciller colombiana, Martha Lucía Ramírez, de visita en Washington señaló que Colombia aún no está lista para recibir una misión de la CIDH sino hasta que se agoten las instancias de investigación de los organismos colombianos.