No es na’ chacota la cosa. Esta es la segunda vez que la Clínica se querella contra un ex gerente. Esta vez le tocó a Jacial. Mano dura cuando se trata de pérdidas en sus jugosas ganancias. Más si el perjuicio al negocio lo causa un excesivo ingreso de “muertos de hambre”. Jacial no tuvo a bien cuidar el negocio y admitió muchos pacientes de la salud pública, derivados por la Autoridad Sanitaria, en los peores momentos de la crisis sanitaria por Covid en 2020.
No es primera vez que la Clínica Las Condes reclama por tener que acoger a pacientes de Fonasa. En enero, la empresa médico presentó acciones legales en contra del Estado. Alegó que la derivación de personas con Covid-19 le perjudicó en unos $20 mil millones.
La Clínica Las Condes es actualmente controlada por Cecilia Kerlazi, heredera de María Luisa Solari, una de las dueñas de Falabella. Previamente, la compañía estuvo dominada por Sebastián Piñera, quien vendió su participación en febrero de 2010, poco antes de asumir su primer mandato presidencial, justo cuando las acciones de Clínica Las Condes experimentaron una inusual alza.
Jaime Mañalich, el médico personal de Piñera, se desempeñó durante 15 años como director del establecimiento. En esa calidad atendió personalmente al hermano de Piñera, Miguel, luego de que este chocara curado. La alcoholemia gestionada por Mañalich resultó -¡sorpresa!- negativa. Antes de asumir, en 2019, como ministro de Salud, Mañalich había vuelto a la Clínica Las Condes como gerente general de la entidad.