No baja la tensión en Colombia. Muy por el contrario, cada día, lo que sucede en las calles es ejemplo de la inoperancia política de Duque y el descontrol de las policías, en especial de la ya cuestionada Esmad, el Escuadrón Móvil Antidisturbios, unidad creada en 1999 para «controlar disturbios y restablecer el orden y la seguridad de la población».
La madrugada de este lunes 18, en la localidad de Yumbo, en el Valle de Cauca fueron asesinadas tres personas, denuncian las organizaciones de derechos humanos. Los pobladores acusan el uso indiscriminado de violencia en medio de la noche, con gases lacrimógenos contra la población, con niños y ancianos presentes. Se calcula que hay 16 heridos, algunos de gravedad y se ha denunciado la desaparición de una mujer. El gobierno ha dicho que los «vándalos» trataron de incendiar una gasolinera y una estación de policía, justificando así la acción represiva de la Esmad.
Los pobladores acusan mano negra en los hechos ocurridos esta madrugada trágica en Yumbo. Todo comenzó horas antes de una reunión prevista para este lunes entre el alcalde de la localidad, Jhon Jairo Santamaría y los manifestantes con objeto de establecer un cordón humanitario que liberara el tránsito de combustibles desde y hacia el municipio caucano. El encuentro no fue posible porque se les adelantó la Esmad.
El epicentro del enfrentamiento se dio en el barrio de La Estancia, en el sur de la localidad de Yumbo. Se trata de un punto clave pues conecta a Yumbo con la ciudad de Cali.
Así las cosas, la tan ansiada «mesa de negociación» entre el gobierno y el Comité Nacional del Paro está en punto muerto. El Comité quiere que cese la violencia estatal. El gobierno, que paren los bloqueos. ¿Qué es primero, se preguntan, el huevo o la gallina? Sería impresentable para el pueblo colombiano que el Comité hiciera oídos sordos a la represión que continúa en las calles.
Además y no menos fundamental, los negociadores topan en una no pequeña cuestión: la voluntad de lucha del pueblo excede su voluntad de sentarse a negociar. Y el Esmad, representante represivo de la reacción uribista anda con el bidón dispuesto a alimentar el incendio en la pradera. Saben que la lucha de clases está desatada.
Al terminar la larga jornada de este lunes, el presidente del Comité de Paro, Francisco Maltés ha reiterado la voluntad de continuar las movilizaciones y ha pedido además, que sean pacíficas. «El paro continúa, las connotaciones del paro, la inconformidad y todas las causas que han motivado el paro se mantienen», dijo Maltés en diálogo con la emisora local La FM.
Eso sí, habrá que anotar nuevamente cuál es la voluntad del pueblo colombiano.
