Un día flojo, claramente. En la primera jornada de las elecciones a convencionales constituyentes, gobernadores regionales, alcaldes y concejales, mucha gente aprovechó de salir… a la feria o a pasear. Es feriado irrenunciable, así que el resto del comercio estaba cerrado, excepto los almacenes y los que siempre abren igual.
Los comicios coincidieron con la noticia de que los contagios diarios había llegado 6.769 personas. El gobierno había proyectado hace apenas unas semanas que hoy estaríamos sólo en 3 mil casos. También se informó que la cifra de muertos de la pandemia superó los 35 mil fallecidos.
Los canales de televisión, sin embargo, estaban empeñados en mostrar una “elección histórica”. Pero no había mucho material. Piñera hizo el ridículo, las mesas se constituyeron tarde, un vocal borracho por ahí y otro, al que se le quemó la casa mientras recibía los sufragios.
En el barrio alto de Santiago, sin embargo, la cosa estaba que ardía. Las 4×4 se estacionaban donde pudieran, los Mercedes y los Volvo los dejaban en cualquier lado para ir a votar temprano. En Viña, el colegio Mackay parecía un cóctel adelantado de las Glorias Navales del círculo El Caleuche.
Según las cifras del Servicio Electoral del primer día de elecciones, la participación, a nivel nacional, estuvo justo sobre 20%. En Vitacura, sin embargo, más que duplicaron esa proporción. Algo similar, aunque un poco menos marcado, ocurrió en las otras comunas del “rechazo”, Lo Barnechea y Las Condes, con poco más del 30% de participación.
Es posible que muchas personas consideren que las elecciones son los domingos, y que no estén para experimentos raros. Lo de las urnas que se quedan en la noche bajo el “resguardo” de las Fuerzas Armadas, así planteado, tampoco da buena espina. Habrá que ver cómo sigue la cosa este domingo. Por lo pronto, los motivados y ansiosos de la derecha parecen haber tomado la delantera… en la medida de sus posibilidades.