El bombardeo en contra de la franja de Gaza ha iniciado una rápida escalada. Más de 50 palestinos murieron este jueves en renovados ataques de las fuerzas israelíes, que han intensificado el bombardeo con artillería. El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu declaró que la campaña militar “no será breve”, mientras voceros del ejército hablan de una invasión terrestre a Gaza.
El conflicto se expande, sin embargo, más allá del pequeño enclave. En numerosas localidades dentro del territorio del Estado de Israel, grupos ultraderechistas asolan los barrios palestinos al grito de “muerte a los árabes”, agrediendo personas y destruyendo locales comerciales. Las escenas se asemejan al terror aplicado por las SA en contra de los judíos durante la Alemania nazi.
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, alertó sobre una posible “guerra civil” luego de la quema de una sinagoga en la ciudad de Lod. Los incidentes en ese lugar son la reacción al asesinato de un hombre árabe en manos de colonos judíos, ocurrido este miércoles. El propio Netanyahu señaló que Israel estaba en una batalla “en dos frentes”, en alusión a la resistencia palestina en Israel.

Quizás deba hablar incluso de un tercer frente. Mientras cohetes de Hamas golpearon el aeropuerto internacional Eilat Ramon, en el sur del país, se informa de ataques con cohetes provenientes desde el Líbano, en el extremo norte de Israel.