Palestina, un conflicto asimétrico

La Franja de Gaza, en Palestina, ha sido bombardeada, porque desde allí han partido hacia Israel cientos de cohetes que pretenden parar el desalojo y la represión de los palestinos en Jerusalén.

La “cúpula de hierro”, el escudo que protege a Israel de amenazas externas a su territorio, se ha dado cuenta que no es capaz de detener ataques concentrados de cohetes. En los dos últimos días, los grupos palestinos han disparado 1.050 cohetes contra ciudades de Israel, y ha muerto 6 israelíes y 200 han sido heridos. Por el otro lado, Israel ha atacado con aviones F-35, drones, barcos y artillería, matando a, al menos, 67 palestinos e hiriendo a más de 300. Sumado a esto, ha destruido edificios e infraestructura en ciudades.

Todo esto sería una confrontación más, si los contendientes tuvieran las mismas condiciones, pero no es así. La lucha se desarrolla en la Franja de Gaza, que tiene una superficie de 385 kilómetros cuadrados y una población de casi dos millones de personas. Geográficamente, su extensión es menor a la mitad de la ciudad de Santiago de Chile. Desde ese territorio vuelan los cohetes hacia el resto de Israel. Por otro lado, Israel como estado bombardea con todo el arsenal de un país a un territorio aislado, que en su mayoría concentra población civil. Es lo que se conoce como un conflicto asimétrico, donde dos bandos combaten con diferencias cuantitativa y cualitativamente diferentes, y uno de ellos utiliza métodos no convencionales para mantener el equilibrio.

Que escale el conflicto depende de Israel y cuanto necesite una confrontación militar, generalmente, ocurre esto cuando tienen problemas políticos internos y la solución es exacerbar el nacionalismo para tener ganancias, no importando el costo en vidas. Lo que pueda suceder en los días que vienen, depende de muchas variables, entre ellas quizás la más fundamental, la decisión de EE.UU de frenar el conflicto