Último recurso: Yasna por liebre

¡Bingo! dijeron desde la oposición. Yasna Provoste es el nuevo coltán. No tiene defectos. ¡Stop! Seamos realistas. Es el mismo régimen que se derrumba.

“El mal se hace todo junto y el bien se administra de a poco”.
Nicolás Maquiavelo

Pero cuando el “bien” es escaso, hay que administrarlo de tal manera que se vea como que fuera abundante. Algo así están razonando en la oposición. Algo maquiavélicamente. Tenemos que vender el asunto como si fuera tan escaso, que prácticamente no se halle en ninguna parte algo parecido.

No hablamos de ningún auto del año, ni de ninguna vacuna sintetizada en Chile. Es algo más corriente. Se trata de la incipiente campaña presidencial de la presidenta del Senado, senadora DC, Yasna Provoste.

La otrora Ministra de Educación acusada constitucionalmente, destituida del cargo y sancionada con prohibición de postular a cargos públicos por cinco años – el 2008- hoy es el amuleto más cuidado por los partidos de la concertación. Lo dejó muy claro el listado de atributos destacados en el Diario Financiero en su edición del domingo.

Según varios parlamentarios, amigazos y no tanto, las características de la “Yasna Presidencial” son:

Ambiciosa. Astuta. Sin medias tintas. Determinada. Gran negociadora. Con redes. Dura…, y flexible. Futbolera. Creyente. Informada (¡sic!). Seria. Trabajadora.

¡Todo un descubrimiento! ¡Pareciera ser una mina de coltán esperando patente y extracción! Los elogios, anecdotarios, derroches de virtudes hablaban de alguien que, por poquito, prácticamente estaría en la categoría de semi-dios. Uno que otro defecto que, si se mira con detalle, resultaba ser otra virtud.

Pero, ¿Es la misma Yasna del 2007? No…, y sí.

A lo Heráclito, “no se puede ser la misma persona dos veces”, siempre se cambia, aunque sea un poquito. Pero tampoco se va a ser muy diferente, pues es parte de un régimen que modifica sus maneras, pero el fondo lo debe -necesariamente- mantener. Es decir, para el caso de la ex ministra, se deben continuar haciendo acuerdos con los explotadores.

Ya lo hizo, el 2007, cuando protagonizó el “Gran Acuerdo” de la Comisión de Educación creada como estrategia para contener y terminar con las movilizaciones del 2006. En noviembre del 2007, la elocuente fotografía donde todas las fuerzas políticas se tomaban de la mano y fijaban término a la Revolución Pingüina, tenía la firma de Yasna.

 Y hoy es la mejor carta presidencial de la DC, y tal vez de la Nueva Mayoría. Jorge Burgos declara “verse sorprendido por su inteligencia”. Bueno, él siempre se sorprenderá de la inteligencia ajena. Y el tacto de Yasna para negociar con Piñera tiene maravillados a los rostros de la ex-Nueva Mayoría.

Todo este se parece a una burbuja bursátil que pronto se pinchará. Se trata de una mercancía que no tiene sustento. El propio Piñera le tomó el peso a Yasna cuando fueron a La Moneda. Al vuelo. «No queremos que el gobierno caiga», confesó después Jorge Pizarro, vicepresidente del Senado, fue la apertura de la negociación. «Ah, bueno», debe haber pensado Piñera, «entonces ¿para qué converso con este gente? Son unos aficionados. Si lo único que me tiene sentado aquí era el miedo de que me volteen». En voz alta, se limitó a decir «mínimos comunes, sí, sí… ¿saben? ¿por qué no siguen hablando con mis ministros? Seguro todo va a salir bien.» Tendrá 9%, será un miserable, pero en negociar, nadie le gana a Piñera. Tampoco Yasna. Lo sentimos.

La verdad es que a nadie le importa quién es el candidato. Bueno, hablamos de la gente que trabaja y es explotada. Hablamos de la mayoría del país.

Y los políticos ¿no quieren ver la realidad? ¿No quieren pensar basados en el miedo? ¿No quieren correr? Como sea, no están actuando conforme a lo que ocurre, porque, por más que quieran sumar candidatos presidenciales -incluidos Daniel y Pamela- las cosas no van a cambiar, es decir la lucha de clases no se va a aplacar ni tampoco se va a mermar el derrumbe de todo su régimen.