Están estirando el elástico

En su lenguaje técnico, el INE informó hoy que 10 de 12 divisiones tuvieron alzas positivas, provocando el aumento del IPC. Una bonita manera de decir que nuevamente subió el pan.

El Indice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 0,4% en abril respecto del mes anterior. Diez de las doce «divisiones» que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas. Las llamadas divisiones, son grupos de productos tales como alimentos y bebidas no alcohólicas, bebidas alcohólicas y tabaco, vestuario y calzado, vivienda y servicios básicos, equipamiento y mantención del hogar, salud, transporte, entre otras. Bueno, 10 de 12 subieron.

Entre los productos que más subieron están los alimentos, los combustibles, vivienda, servicios básicos y materiales de construcción. Lo que bajó fue el vestuario y el calzado. Y como dijeran por ahí «de qué sirve que baje el calzado, no puedo comprar ocho pares de mocasines si tengo sólo un par de pies».

Entonces responderían muy en su estilo, ¿pa´ qué va a comprar pan, si puede comprar torta?

Es que a río revuelto ganancia de pescadores. Y, ¡vaya que se están llenando los bolsillos los pescadores!

Ayer también se entregaron las cifras de la morosidad de los hogares chilenos. Según un informe de la Universidad de San Sebastián y Equifax, los morosos disminuyeron un 11,8% entre marzo del año pasado y marzo de 2021. Esto quiere decir que unas 565 mil personas salieron del registro de morosidad en el último año.

Es que «los chilenos son tan buenos pagadores» dirían para este buen comportamiento y agregarían algo así como «es que los chilenos le hacen frente a la adversidad, que los terremotos, la teletón, las pandemias y más encima tan buenos pagadores…»

¡Si!, ¿en realidad pa´que me voy a comprar mocasines si puedo pagar la cuota de la casa que me van a quitar?

No mijo, ¡es que somos tan honestos, tan cumplidores!

¡¡¡Están estirando el elástico señores!!!!

«Decídanse, señores,
a terminarla pronto,
a hablar en serio ahora.

Después el mar es duro.

Y llueve sangre»

(Pablo Neruda)