A lo Piñera, Iván Duque reculó. La calle lo obligó a retirar su proyecto de reforma tributaria. El pueblo ha dicho claro que no pagará la crisis. Los trabajadores colombianos han medido su fuerza en cuatro días de paro nacional y ¡van por todo!
¡No! Ya que podemos, ¡vamos por todo! Así es la voluntad del pueblo colombiano, de sus trabajadores. Tras cuatro días de paro nacional con álgidas movilizaciones a lo ancho de Colombia, las calles no se vacían. Se suman gremios y sindicatos, pobladores, campesinos e indígenas, estudiantes. El pueblo no dejará la calle. Van por más, van por todo. A prepararse se ha dicho, la lista es larga y no hay vuelta atrás.
Todos los pueblos de nuestra América tienen deudas que saldar con los explotadores. Los colombianos no son la excepción: paramilitarismo, expoliación de recursos naturales, asesinatos y desplazamientos campesinos e indígenas, el hambre. Y como nosotros, los colombianos tienen memoria.
A pesar de que Duque retiró la polémica reforma tributaria del congreso, el Comité Nacional del Paro advierte que podrían adelantar la movilización prevista para el 19 de mayo, a este próximo miércoles 5. Para empezar, los convocantes quieren revisar el proyecto de reforma a la salud y el Código Disciplinario de la Procuraduría y una reforma estructural al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) por la represión con la que han actuado ahora y siempre contra el pueblo movilizado. Este primero de mayo, un joven de 19 años, Diego Murillo, fue asesinado por la policía.
Y aunque todas estas cuentas pendientes podrían creerse reformas, no se confundan. Sabemos que así se empieza, golpeando fuerte para exigir el pan, para luego tomarlo todo. Camarón que se equivoca se lo lleva la corriente y quien se equivoca es la reacción. Hoy el empresariado aplaudió el retiro de la reforma y se apresuró en aconsejar un plan B para financiar la crisis: la privatización. No se han enterado que ¡por ahí no va na’ la cosa!
¡Señores, la revolución no será televisada!