Como chanchito de tierra

Como esos redondos animalitos de tierra a los que hay que ayudar a pararse, al señor Sutil lo vamos a enderezar. Hoy, con su desparpajo habitual deslizó frasecillas para el bronce: que la culpa de las muertes son nuestras, que los migrantes son responsables de la crisis económica. Póngale nombre a esta desfachatez.

3 de mayo de 2021

Con su tono flemático pero sutilmente despiadado, Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio de Chile, CPC, en modo patrón de fundo, hoy se despachó su opinión sobre la crisis política y económica por la que pasa el país, por la que pasamos nosotros: que los muertos del Covid son nuestra culpa, que la crisis económica la traen los migrantes.

“Si hay que lamentar casos de gente que ha fallecido antes de llegar a la atención, hay bastante responsabilidad de las personas” expresó muy suelto de cuerpo el titular de la CPC. Y sobre “la migración, los países la van haciendo en función de sus necesidades y por razones humanitarias de forma focalizada, no en la forma abierta en que se hizo en Chile. ¿Por qué digo esto? Porque esa cantidad de migración significó una tremenda carga para el país del punto de vista de hacernos cargo de su salud, su educación, su vivienda, sus desarrollos laborales”, concluyó.

Sí. Definitivamente al señor Sutil hay que enderezarlo. Pero, enderezado ¿funcionará mejor?

Es que el señor Sutil está con soponcio, indignadísimo porque las instituciones no le funcionan.

En su diatriba no dejó mono con cabeza. Le dio a Aróstica, ministro del Tribunal Constitucional: “se está echando la institucionalidad del país al bolsillo”. Le dio a sus amigos políticos: “estamos en un proceso de borrachera severa que se puede transformar en un desastre y tenemos que evitar que eso suceda” y de paso le dio a su parlamento: “jamás pensé que la frase que dije el 20 de julio de 2020 sobre que este era el peor Congreso desde el retorno a la democracia se iba a confirmar, y se está confirmando”.

Lo que sí resulta curioso es que tiene esperanza en nosotros, en el pueblo de Chile, en sus trabajadores: “la salida es la Convención Constituyente, y después que la ciudadanía elija buenos representantes, con la mesura que corresponde, ahí yo soy optimista”.

Definitivamente al Señor Sutil hay que enderezarlo.

Lo que no sabe el patrón, porque al parecer no tiene memoria, es que no somos ni tan liberales, ni tan pacientes y que llegada la hora, tal vez no seamos tan delicados ni tan sensibles para levantarlos del suelo.