Un día de movilizaciones a lo largo del país. Un paro que adelanta un escenario amenazante para el régimen. Una clase política que busca mínimos de emergencia y una vocería sindical que no se ofende si es un poquito más, o menos.
Pobladores, trabajadores, sindicatos, estudiantes se movilizaron hoy en diversos puntos del país a la par de una tímida apertura de la cuarentena que colapsó las calles de la Región Metropolitana. Durante esta tarde noche, en otros diversos puntos de la capital se realizan cacerolazos y se levantan barricadas. Las familias trabajadoras sufren diariamente la agudización de la crisis económica, el alza del desempleo y el derrumbe del régimen. El tercer retiro es una breve pausa para una crisis, en la cual no hay respuesta del Estado.
Piñera, como gato mojado después de su derrota política, quiere ahora que la oposición lo salve y, ésta, asustada de perder también, le ofrece un salvavidas. El mismo día en que la CUT había convocado a un paro nacional “sanitario”, se dio inicio a la “cocina” en La Moneda. Lo que negocian Piñera y oposición: más impuestos para reducir el déficit fiscal y proteger los intereses del capital financiero. Es lo que exige el FMI.
A cambio, bonos para la población. No vaya ser que la cosa estalle. La presidenta de la CUT fue a dejar una carta a La Moneda pidiendo $500 mil para el 80% de la población; pero la senadora Provoste, quien estuvo adentro, quiere que sea para el 90%; y las candidatas presidenciales Rincón y Narváez, un aporte de $600 mil. Bueno, un poquito más, un poquito menos… ya se pondrán de acuerdo.
Nosotros, los trabajadores, reiteramos ¡vamos por todo!