¡Una batahola, una alharaca, un gallinero!
Volaron las plumas luego de que el Ejercito golpeara la mesa quejándose por el trato humillante que recibió en un programa de televisión. Y la parodia no era ni tan graciosa, ni tan puntuda.
Ni tan puntuda, pero si oportuna, la oposición aprovechó de rasgar vestiduras: que la libertad de expresión, que son deliberantes, que es insubordinación.
¡Esto sí que parece chiste! Esta oposición oportuna no es capaz, no quiere ni hace nada cuando el pueblo grita los abusos de los militares. Ahora, como un sarpullido en la piel, se molestan por el ¿atentado a la libertad de expresión, la deliberación, la insubordinación? ¡Ah, por cierto! , tampoco les molestó sentarse en la mesa común con los golpistas durante 30 años.
“Son inaceptables y preocupantes las declaraciones del Ejército frente a una parodia del canal La Red. El Ejército se anticipa al ministro de Defensa, es decir, ha sobrepasado el límite, la delgada línea roja que separa la deliberancia con la insubordinación”, señaló un parlamentario.
Y agregó “esta situación no puede dejarse de lado ni ser soslayada. Llamo a la comisión de Defensa del Senado a que se reúna porque es urgente una reacción, sino, hemos regresado al tiempo en donde la presión del Ejército socavaba la democracia”.
Por supuesto, en masa también los presidenciables del progresismo condenaron enérgicamente la deliberación militar. Sus tweets encendieron las redes y sacaron aplausos. En un solo abrazo, en una sola y firme voz lloriquearon los ataques a la libertad de expresión.
Seguro ahora podemos dormir tranquilos. ¡Buena la parodia!