«Rescate desastre» del FMI

Chile: Los buitres al acecho.

El FMI anunció una línea de crédito por más de 23 mil millones de dólares para Chile. Los fondos los solicitó el Banco Central. No el gobierno. No son para financiar “gasto público”, dice Hacienda. La pregunta es qué es o para qué es este “préstamo” si no es para ir en ayuda de la población. La respuesta es “fuga de capitales”. Y financiar las deudas contraídas en el mercado internacional. En suma, más dinero para los grandes grupos económicos.

El Fondo Monetario Internacional anunció una “línea de crédito flexible” por más de 23 mil millones de dólares para Chile. La noticia impactó. Por dos razones: por lo inesperado y por lo incierto. Lo primero, porque el gobierno había rechazado los reclamos de economistas-ligados a la Concertación-de aumentar la deuda externa frente a la crisis económica. Pero el crédito fue solicitado por el Banco Central, no por el gobierno que, al parecer, no sabía nada de nada. De hecho, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, dijo que “es importante dejar explícito y ser extremadamente claro que esta línea del Fondo Monetario Internacional no es un préstamo al gobierno de Chile y, por ende, no está destinada a financiar gasto público.

Y aquí viene lo incierto: si no es para financiar gasto público, o sea, inversiones, subsidios a empresas o (menos probable, considerando la actitud del gobierno) ayudas económicas a la población ¿qué es o para qué es?

La respuesta la da el propio Banco Central en el Informe de Estabilidad Financiera publicado este miércoles. Es la fuga de capitales. De acuerdo al índice EPFR, que mide sólo a algunos inversionistas, se han ido 724 millones de dólares en los últimos doce meses.

Lo otro, es la necesidad de financiamiento externo, es decir lo que una economía debe pagar periódicamente por las deudas contraídas en el mercado internacional. En el ranking de los países más acogotados con las cuotas que vencen este año, Chile va segundo, después Turquía y antes que Sudáfrica y Ucrania. Su necesidad de financiamiento bruto en 2020 es más del 20% del PIB y más del 120% de las reservas internacionales. Como comparación, la necesidad de financiamiento externo de Argentina, cuya deuda externa es reconocidamente monumental, es de “solo” 13,3% del PIB para este año.

El punto es que la mayor parte de esa deuda pertenece a los grandes grupos económicos que operan en Chile. Y dentro de ellos, la mayor parte no es una deuda real, sino que corresponde a transferencias entre distintas empresas de un mismo grupo. En otras palabras, es la plata que están sacando de Chile.

Todo ese dinero que sale, hace subir el precio del dólar y encarece las cuotas de las deudas de los grandes conglomerados. Por eso, desde fines del año pasado, el Banco Central ha estado tirando plata al mercado para evitar que suba el dólar. Ya van 7 mil millones de dólares. Y el dólar sigue igual de alto. El “rescate” del FMI promete más dinero a los especuladores. Ellos lo saben, y apuestan a que se sigan destinando más recursos del país a esa guerra de precios. Hasta ahora, van ganando los buitres.