Carabineros tuvo su día. Su día de repudio nacional. La indignación pudo más que el miedo. Más que la inminencia del contagio. El pueblo no dejó pasar la oportunidad y manifestó en las calles su odio y rechazo hacia el gobierno y carabineros.
En modo de autocrítica, Piñera habla de “excesos” y “faltas de respeto” de parte de carabineros. El General Rozas, finge sorpresa por la evaluación negativa de la institución. En enero de este año, la encuesta CEP le dio apenas un 17% de confianza. Un espectáculo grotesco.
En este marco, las protestas del martes 27 de abril, para el 93° aniversario de carabineros, eran esperables. Y en Antofagasta no se quedaron atrás. Desde temprano en el sector de La Cachimba, el pueblo salió a gritarles su desprecio.
Para los pobladores de esta zona de Antofagasta, las cosas están más que claras. Carabineros son los representantes del gobierno. Los defensores de un sistema. Los criminales y verdugos de un pueblo.
En las calles y en los cerros. Con piedras, mólotovs, mascarillas. Con organización y osadía. Centenares de jóvenes pobladores y pobladoras combatieron a “la yuta” y los neutralizaron por más de 6 horas, hasta cercanas las 22:00. En un mensaje que se lee con claridad. Nada ha terminado.