¡Peleando por la vida!

Campamento Dignidad, San Bernardo, Santiago.

Vivir cuando lo esencial falta. Sin techo. Sin baños. Sin agua. Sin insumos para enfrentar la pandemia. Sin trabajo. Con la amenaza de ser expulsados. De eso saben los pobladores del campamento Dignidad, ubicado en una plaza de Santa Marta en la comuna de San Bernardo.

Son 150 familias, 137 niños, 6 discapacitados y 8 embarazadas. Abandonados a su suerte por el gobierno y las autoridades locales. Desacreditados, tratados de ilegales, de criminales.

En plena cuarentena salen a la calle. Necesitan ser escuchados. Ya fueron desalojados del campamento San Francisco. Saben de perderlo todo. Pero siguen luchando.

Acusan que han sido marginados de los operativos de ayuda: “La alcaldesa (Nora Cuevas, UDI) está haciendo oídos sordos con nosotros, ni siquiera un terreno para levantar unas piezas, eso es lo que queremos nosotros para vivir. En la tele dicen que están ayudando a la gente de los campamentos con jabón líquido, pero a nosotros nada, nada. No tenemos ni para darle leche a los niños.Queremos que vayan a reportearnos, para que digan, que al menos acá hay gente”.

Muchos de ellos trabajaban en las ferias libres del sector como coleros, comerciantes informales que se ponen a la cola de la feria y que buscan un lugar donde vender sus mercancías. La cuarentena en San Bernardo los ha dejado sin un medio de subsistencia.

“¿Y la Municipalidad qué hace?, nada. Dicen que van a ayudar a los adultos mayores. Dieron un número. Yo me ingresé para ayudar a mi abuelo. Después dijeron que no, que se habían acabado los cupos. Que hay mucha gente”.

Operativos que no llegan o no alcanzan. Los pobladores están a la deriva, y llevan tres meses en esta situación.

“Queremos que nos tomen en cuenta”, finalizan.