Al 16 de abril Chile tenía cerca de 8807 casos confirmados por Coronavirus. A menos de 200 de Italia que con esa cifra decretó “cuarentena total”. Pero el Gobierno de Piñera tiene otros planes. Apertura de malls. Vuelta de trabajadores públicos a laborar. Vuelta a clases presenciales en mayo. Esos fueron sus últimos anuncios por Cadena Nacional. El objetivo es claro. Reactivar la economía al costo que sea.
Los profesores y asistentes de la educación no están de acuerdo con estos planes. Acusan al gobierno de falta de criterio y desconocimiento de la realidad de la educación pública.
Jorge, Psicólogo y Presidente de la Asociación de funcionarios no docentes de la Ilustre municipalidad de Mejillones considera que:
“La vuelta a clases según los instructivos del MINEDUC, es inviable… […] tenemos escuelas sobrepobladas con altos niveles de hacinamiento. A ésto se le suma una consciencia pobre del peligro de enfermarse y de contagiar a otros por la precaria difusión en educación a la población del COVID-19, lo que dificulta fuertemente la regulación del comportamiento del estudiantado, es decir, la moderación de los juegos de los más pequeños, el adecuado uso de mascarillas y guantes, el mantener una conducta regulada en alumnos que no irrumpa en los espacios personales de los otros, entre otras. La decisión es carente de criterio y de empatía respecto a las distintas características que tiene el estudiantado y las infraestructuras que tiene la educación pública.”
Lilibeth, Profesora de Educación General básica, argumenta:
“¡Toman decisiones sin conocer la realidad del sistema educacional que nos han impuesto! Pocas salas en los establecimientos educacionales, excesiva cantidad de estudiantes por nivel, establecimientos educacionales con reducido espacio para que los y las estudiantes puedan jugar y transitar. Es imposible evitar las aglomeraciones, y con ello los contagios en los colegios. ¿Qué sentido tiene volver a clases presenciales, si se van a tener que escoger a los estudiantes que podrán asistir?, porque si hay 47 estudiantes en un curso, es porque el establecimiento no cuenta con más salas, ¿qué pasa con los profesores que transitan en al menos 8 cursos distintos?, ¿acaso no están igual de expuestos?, ¿cómo cuidamos a aquellos estudiantes que viven lejos de su establecimiento educacional y deben moverse de una comuna a otra?. El gobierno ha demostrado ser incapaz de llevar una situación cómo esta con responsabilidad y cuidado para los y las chilenos, sólo siguen perpetuando el modelo que está hecho para sus propios beneficios, ¡incluso en momentos difíciles! Ni una pizca de confianza en ellos.”
Los padres y apoderados cierran filas. La salud de los chicos y chicas están primero. A la pregunta si mandarán a lo chicos de vuelta a clases responden:
Ivan (Coronel), padre de una niña de 7 años: “Obvio que no. Los niños no sabrán mantener distancia con sus amiguitos, al menos mi hija es muy de piel y solidaria si alguno no llega con mascarilla ella le pasará la suya, además son medidas tontas con suerte los adultos entienden de distancia mínima imagina eso mismo en un colegio u escuela básica».
Por su parte, Vanessa (Arauco) madre de una niña de 4 años, agrega: «No, por ningún motivo. Desde mi punto de vista, lo único que hacen con anunciar una «fecha probable» es angustiar a las familias, aún no se sabe de qué manera se comportará la pandemia en un par de semanas más. Los niños más pequeños no saben de distanciamiento social, les molesta todo, comparten objetos, etc… además llamar a clases significa que tiene que regresar mucha gente a la calle, transporte público, escolar, apoderados, niños y todo el personal que le presta servicio a las entidades educativas y sin dejar de mencionar que las escuelas públicas cuentan con cursos de más de 40 niños».Cinthya (Penco) mamita de un niño de 9 años afirma: “Mi hijo no va a volver a clases, hasta que yo sienta que ya no es peligroso, ya decidimos que si debe perder el año escolar así será, los adultos podemos cuidarnos, trabajar con distanciamiento social, pero ellos son niños, sólo quieren volver al colegio para jugar con sus compañeros».
En redes sociales, Siujen (Santiago) habla por su hijita de 11 años y es terminante: “Decisiones ya tomadas (no traten de convencerme). Zhao no volverá a la escuela, que se meta sus anuncios por donde mejor pueda el idiota del ministro de educación que pusieron. Con Zhao vamos a seguir en cuarentena, aunque somos de Ñuñoa Sur po, andar deambulando x ahí cuando ni siquiera hemos llegado al peack y pudiendo quedarnos en casa, es irresponsable. No voy a meterle a la Zhao todas esas guías que mandan de la escuela… si después de haber bailado 2 horas me dice «soy una niña feliz», no pienso joderle la onda. Voy a funar a Mañalich y Piñera donde se me ocurra, sean los vidrios de mi casa, facebook o volantes tirados en mis pocas salidas, xq son asesinos pagados por el estado y no debieran estar ocupando esos puestos. Voy a apañar a todas las redes solidarias en que confío, xq de esta no salimos solos, y la custion se va a poner peor en los próximos meses, no solo x la pandemia, sino x los inoperantes que toman medidas de hambre pa los de abajo… así que los de abajo vamos a tener que ser creativos y solidarios.”
El enfrentamiento es inminente. De un lado el gobierno y su obcecación por restablecer la normalidad. Del otro lado, profesores, asistentes de la educación, padres y apoderados, unidos en defensa cerrada por la salud y vida de los niños y niñas de Chile.