El caso del general distraído.
“No sé. Lo desconozco. No tengo un detalle. No tengo la información. Me enteré por la prensa.”, de este tenor fueron las respuestas que el general Rozas dio a la Fiscalía, el 25 de noviembre del 2019, y que ayer se hicieran públicas. Generando en las redes sociales un correlato que iba de la estupefacción a la indignación.
Los dichos los vertió, interrogado en el caso por las lesiones cometidas por Carabineros- institución que él dirige- en contra de Gustavo Gatica, quien, en el marco de las protestas en Plaza de la Dignidad, como resultado de la criminal represión, y tras recibir un par de perdigones en ambos ojos, quedara ciego.
Bajo juramento, la máxima autoridad de Carabineros, prefirió quedar como un general distraído, ignorante, sin capacidad de mando sobre los 60.000 efectivos a su cargo, antes que reconocer la responsabilidad de sus subordinados, y la suya propia en los crímenes cometidos contra la vida y la integridad de miles de chilenos.
¿Es inexistente la cadena de mando en Carabineros? ¿La oficialidad no planifica, no dirige? ¿No hay responsables en cada una de las operaciones?,¿o en Carabineros “cada cual mata su piojo”?
Para el pueblo, el veredicto es unívoco, Rozas: ¡Culpable!